En más o menos una semana, Europa llegará al pico de casos de coronavirus. A juzgar por el momento en el que se le desmadró todo ?el fin de semana del 22 de febrero, cuando pasaron de unas pocas decenas de casos a más de 200 en 48 horas?, Italia transita la séptima semana de vida con el nuevo coronavirus.
Normalmente, el pico y la posterior meseta se alcanzan a las 6 u 8 semanas, según el modelo de crecimiento de Hubei, China.
A Francia, Alemania, España y Reino Unido les falta más o menos una semana, considerando las medidas que tomaron para aislar los centros del brote, por lo que deberían llegar al pico este fin de semana. De ser así, los modelos pueden preceder mejor cómo terminará todo.
Por su parte, parece que Wall Street ya dejó todo atrás. El miércoles, los funcionarios de salud de Italia advirtieron que lo peor todavía no pasó.
La cantidad de casos nuevos nos lleva a afirmar que tenemos que mantener la guardia alta y las conductas recomendadas por los expertos para prevenir la propagación del virus, declaró a Bloomberg Angelo Borrelli, director de la Protección Civil de Italia. Hace unos días, el Financial Times especulaba con que Europa estaba lista para salir de la cuarentena. Es lo que esperan muchos en el mercado e incluso ya lo tienen en cuenta en los precios, pese a que países como España anunciaron que sus planes de reactivar gradualmente la actividad en algunas empresas a mediados de abril quedaron pospuestos dos semanas más.
Ayer, Italia registró 3.836 casos nuevos de coronavirus, la cifra más alta en tres días. España informó su cifra más alta en cuatro días. Reino Unido informó un récord de muertes y su primer ministro, Boris Johnson, sigue internado en estado grave en terapia intensiva. Un 73% de los que tienen COVID-19 en Reino Unido son hombres.
Ahora, el miedo es a que haya una segunda ola. En gran parte se debe a Singapur, que cerró sus escuelas a pesar de que Hubei eliminó las restricciones de viaje, y a Japón, que declaró la emergencia nacional a partir de la medianoche del 8 de abril.
Ahora muchos se preguntan qué haríamos ante una segunda ola. ¿Abrimos solo partes de un país? ¿Prohibimos las grandes concentraciones (playas, bares, boliches y eventos deportivos) hasta que la tasa de casos sea ceró ¿Realmente necesitamos llegar a ceró ¿De diez casos pasaremos a 100 y de ahí a 1.000 en una semana, como viene pasando en todo el mundo hace tres meses? Nadie lo sabe (ni siquiera el virólogo Bill Gates).
Autor: Kenneth Rapoza