Las palabras del papa Francisco quedaron en el aire. Ayer miércoles, antes de que Vladimir Putin decidiera invadir Ucrania definitivamente, les había pedido a todas las partes involucradas en el conflicto que "hagan un examen de conciencia ante Dios" y se "abstengan de acciones que provoquen más sufrimiento a las poblaciones y desacrediten el derecho internacional".
Francisco realizó este llamamiento durante la audiencia general de los miércoles celebrada en el aula Pablo VI ante miles de fieles y expresó su "gran dolor en el corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania".
"A pesar de los esfuerzos diplomáticos de las últimas semanas, se están abriendo escenarios cada vez más alarmantes", alarmaba Francisco, agregando que tanto él como muchas personas estaban sintiendo "angustia y preocupación".
"De nuevo la paz de todos es amenazada por el intereses de pocos", enfatizó.
Francisco llamó a los responsables políticos "a hacer un examen de conciencia ante Dios, que es el Dios de la paz y no de la guerra, Dios que nos quiere hermanos y no enemigos", En ese sentido, dijo que rezaba "para que todas las partes implicadas se abstengan de cualquier acción que provoque más sufrimiento a las poblaciones y desacredite el derecho internacional".
También exhortó a que "ante la insensatez diabólica de la violencia" resuenen "las armas de Dios", al anunciar para el próximo 2 de marzo, miércoles de ceniza, una jornada de ayuno y oración por la paz. "Que la Reina de los cielos preserve el mundo de la locura de la guerra", agregó Francisco.
Hoy jueves, Rusia inició una invasión a Ucrania con bombardeos en todo el país, y el presidente Vladimir Putin desestimó condenas y sanciones internacionales y advirtió que cualquier intento de intervención tendrá "consecuencias que nunca han visto".
El Gobierno ucraniano dijo que al menos 40 personas murieron hasta ahora en lo que calificó de "guerra a gran escala" iniciada por Rusia desde el este, norte y sur del país vecino. Medios informaron horas después de otra veintena de muertos.