El Grupo de los seis se opuso a la ley del teletrabajo: "Dificulta su adopción"
Luego del debate que se llevó a cabo en el Senado por la ley del teletrabajo, el oficialismo aceptó analizar los cambios al proyecto que propuso la oposición. El dictamen se pospuso para el martes próximo. El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, calificó a la nueva modalidad "como un fenómeno irreversible" y destacó la necesidad de que se la encuadre dentro de la Ley de Contrato de Trabajo.
La audiencia de hoy tuvo como expositor al ministro de Trabajo y representantes de la CGT y la CTA. Senadores de Juntos por el Cambio sugirieron retoques en el proyecto venido de Diputados y también reclamaron la presencia de representantes de las pymes y de cámaras empresarias.
Las entidades que conforman el Grupo de los Seis (G6) criticaron el marco regulatorio de la ley y advirtieron que su tratamiento legislativo se apresuró sin sentido alguno. El G6 está integrado por la Unión Industrial (UIA), la Sociedad Rural (SRA), las Cámaras de Comercio y de la Construcción, la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (ADEBA).
Mediante una nota al presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado de la Nación, Daniel Lovera, expresaron que el proyecto de ley tratado "no recoge la preocupación y las recomendaciones propuestas por las distintas fuerzas políticas y por las entidades convocadas durante la discusión del proyecto, tendientes a eliminar desincentivos a esta modalidad y a constituirse en una herramienta de promoción del empleo".
El teletrabajo -asentaron por escrito- "es una potente modalidad que la Argentina deberá promover" y se deberán "eliminar contingencias" a la hora de utilizar esta modalidad tanto en grandes empresas como en pymes. Además consideraron que el trabajo a distancia ya se rige por la Ley de Contrato de Trabajo, por lo que la "introducción de esta figura en nuestra legislación laboral sólo debería hacerse a través de la regulación en el ámbito de la negociación colectiva, o en los acuerdos que puedan celebrarse en forma individual".
Los empresarios espetaron que, ante esta reglamentación, la adopción de la herramienta se encontrará inmersa en un "escenario incierto" y que será muy difícil su aplicación. En caso de no someterse a revisión -agregaron- la ley evitaría una "regulación equilibrada, eficiencia y productividad".
La Cámara Argentina de Comercio (CAC) ya había manifestado su preocupación por el proyecto de ley. Desde el sector hablaron sobre la dificultad de aplicar una ley semejante y la necesidad de "buscar un equilibrio" que permita la convivencia entre trabajadores y empleadores.
"Cuestiones vinculadas a la reversibilidad consensuada por ambas partes o con un marco de preaviso, jornadas flexibles, nuevos costos sobre el sector empleador, fiscalización e impacto en las alícuotas de ART (aseguradoras de riesgo del trabajo), parecieran no haber sido atendidas adecuadamente", habían señalado.