El Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó su análisis sobre el efecto que podría generar la política arancelaria que lanzó el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y reconoció que tendrán un impacto "significativo" sobre la actividad a escala global.
Esto, según el organismo, se debe a "la rápida escalada de las tensiones comerciales y los niveles extremadamente algos de la incertidumbre política" que se despertaron a raíz de la guerra comercial que desató Trump.
Con este escenario ya en marcha, el FMI redujo en medio punto su previsión de aumento del producto bruto mundial para el año en curso, a 2,8%, una tendencia en la que no se incluye a la Argentina.
Siempre de acuerdo con el Informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO) que realiza periódicamente el Fondo Monetario, y que se dio a conocer este martes, la visión sobre la Argentina es positiva, a tal punto que mantiene una expectativa de crecimiento económico de 5,5% para este año.
Incluso, esta tendencia se mantiene para 2026, con una perspectiva de mejora económica de 4,5%, por lo que las complejas condiciones externas no serían un factor que, a priori, terminen por pegar en las posibilidades de mejoras para la Argentina.
Y dentro de este marco, también se debe tener en cuenta un factor muy importante para el crecimiento económico argentino. El Fondo Monetario entiende que habrá una caída cercana al 15,5% en el precio internacional del petróleo, un punto fuerte de las exportaciones argentinas, con Vaca Muerta como foco central.
Sí, en cambio, habría una mayor complejidad para dos socios claves para la Argentina como Brasil y China, mercados donde el FMI entiende que sí se podría dar una menor tasa de crecimiento.
Para el primer caso -el principal mercado argentino dentro del Mercosur- para este año habría que esperar un alza de 2%, una tasa de por si baja, pero que incluso está medio punto porcentual por debajo de lo que había pautado en enero.
En el caso de China el nivel de crecimiento de la economía sería superior, aunque también con una baja en comparación con el último relevamiento, del 4,6% al 4%.
El WEO también analiza el comportamiento que tendrá la inflación, y marca que cerraría el año en torno del 35,9%, para bajar fuerte en 2026, hasta el 14,5%. En cuanto al frente externo, se espera un deterioro en la cuenta corriente, que pasaría de un superávit de 1% del PIB en 2024 a un rojo de 0,4% en el año en curso y 0,3% en 2026.
Esa tendencia iría de la mano de lo esperado a nivel mundial, con una disminución más lento de lo que había previsto, y con una media de 4,3% en 2025 y 3,6% en 2026.
En cuanto al impacto que tendrán las medidas adoptadas por Trump, y las consecuentes tensiones comerciales, llevaron también a que el FMI recorte a 2,8% su previsión de crecimiento a nivel mundial para este año, en tanto que para 2026 habla de un 3% (contra el 3,3% previsto anteriormente).
"Los aranceles son un shock de oferta negativo para la economía; se reasignan recursos hacia la producción de bienes no competitivos, con una pérdida resultante de productividad agregada, menor actividad y mayores costos y precios de producción", sostuvo Pierre-Olivier Gourinchas, economista del organismo.