Recién llegado a la Casa Blanca, Joe Biden quiere patear el tablero. El nuevo presidente norteamericano comenzó a dar señales de que las palabras esbozadas en campaña se traducirán en acciones durante su mandato. Por eso no tardó mucho en hacer correr el nuevo plan de estímulo por la crisis del COVID-19. Pero quiere ir por más.
Según afirmaron desde Bloomberg, el equipo económico del presidente estaría decidido a cumplir su promesa de aumentar los impuestos a las grandes fortunas estadounidenses. Si a Biden le faltaba un empujoncito para convencerse, los últimos datos que muestran cómo les fue financieramente a los ricos de Estados Unidos durante la pandemia surtieron efecto.
El mismo Biden aseguró que aquellos que ganan más de US$ 400.000 pueden "pagar más en impuestos". Las entrevistas con altos funcionarios muestran que existe una creciente confianza en la Casa Blanca de que la evidencia de una creciente desigualdad se traducirá en un amplio apoyo popular a una estrategia de impuestos a los ricos, señalaron desde Bloomberg.
David Kamin, subdirector del Consejo Económico Nacional, y Lily Batchelder, elegida para convertirse en secretaria adjunta del Tesoro para la política fiscal, estuvieron trabajando durante años en opciones para recaudar ingresos de los estadounidenses más acomodados.
Kamin y Batchelder trazaron posibles reformas en un documento de 2019 titulado "Impuestos a los ricos: problemas y opciones". Entre las opciones se encuentran la eliminación de la "base escalonada" para las propiedades, que revaloriza activos como acciones y bienes raíces a precios de mercado, en lugar de su costo de compra original, lo que reduce las obligaciones fiscales.
Por otro lado, se considera gravar las ganancias de capital para los estadounidenses adinerados con tasas de impuesto sobre la renta, que son más altas. Por su parte, para las grandes empresas se habla de un impuesto mínimo.
“La idea de eliminar finalmente lo que es una laguna masiva, en el sentido de que los estadounidenses con ingresos más altos escapen de impuestos sobre su patrimonio al abordar el aumento de la base y luego gravar las ganancias de capital como ingresos ordinarios, es una reforma importante de nuestro sistema, que creo que es necesario”, dijo David Kamin durante una entrevista.
Paralelamente, en la misma nota consideró que "éstos serían logros importantes, que cambiarían fundamentalmente la forma en que nuestro sistema tributario trata a los estadounidenses más ricos y a las corporaciones más grandes para que no puedan escapar de los impuestos de la forma en que lo hacen ahora”.
Según Bloomberg, la administración también está considerando hacer retroceder una parte de los recortes de impuestos sobre la renta del ex presidente Donald Trump. "Cualquiera que gane más de US$ 400.000 verá un aumento de impuestos de pequeño a significativo", dijo Biden en una entrevista con ABC a principios de este mes. Para aquellos por debajo de ese nivel, no habrá "un solo centavo en impuesto federal adicional", aseguró.