Las cuentas de la filial de la petrolera estatal venezolana en EE.UU., Citgo, serán ahora controladas por Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional y autoproclamado "presidente encargado" del país.
Desde el 23 de enero, cuando las masivas movilizaciones en Caracas concluyeron con el pronunciamiento de Juan Guaidó y el reconocimiento internacional de su presidencia, encabezada por Estados Unidos, las tensiones en Venezuela no han hecho otra cosa que crecer. Esta semana vence el "ultimátum" que la Unión Europea extendió a Nicolás Maduro para que llame a elecciones y muy probablemente el bloque se sume a los ya 22 países que consideran ilegítimo su gobierno en Venezuela.
Las presiones económicas son quizás más significativas. El lunes, el Banco de Inglaterra bloqueó el intento de algunos funcionarios venezolanos de retirar depósitos de oro por un valor de US$ 1.200 millones y al final de la jornada se conoció la decisión de EE.UU. de bloquear las operaciones de PDVSA en ese país. El anuncio lo hicieron el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el mismo que protagonizó el affaire del anotador, que encendió todas las alarmas en torno a la hipótesis de un conflicto bélico.
Las cuentas de Citgo, la filial de Petróleos de Venezuela S.A. en EE.UU, estarán ahora bajo control de la Asamblea Nacional y su presidente, Juan Guaidó, quien continúa ganando foco en la escena internacional. En respuesta a la decisión, Nicolás Maduro denunció que EE.UU. técnicamente "robó" Citgo a PDVSA. Paradójicamente, EE.UU. es el principal socio comercial de Venezuela: solo en 2018, las exportaciones fueron de 500.000 barriles diarios, alrededor de la mitad de sus exportaciones totales. Pero no menos importante es el factor técnico que rescatan David Marino y Lucía Kassai en Bloomberg: "PDVSA necesita un compuesto más ligero producido en las refinerías, para diluir su crudo -similar al alquitrán- lo suficiente para que pueda fluir a través de tuberías. Sin la nafta, la petrolera estatal de Venezuela no puede enviar el crudo a la costa para su exportación, paralizando la industria petrolera del país".
En la misma conferencia de prensa, Bolton se refirió a los militares venezolanos con un mensaje temerario: "todas las opciones están sobre la mesa".