El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU. informó sobre la posibilidad de ampliar la recopilación de datos biométricos requeridos a los inmigrantes. De esta forma, se incluirían muestras de ADN, reconocimiento facial, de iris y de voz.
Se buscará así darle continuidad a la “investigación de antecedentes” de aquellos inmigrantes que hayan recibido algún beneficio -permiso de trabajo, por ejemplo- hasta que se conviertan en ciudadanos estadounidenses finalmente. La propuesta busca ampliar la cantidad de datos biométricos que se toman a los inmigrantes que realizan procesos como ajuste de estatus, peticiones familiares y solicitud de autorización de empleo, entre otros.
Además de los datos que actualmente se toman como huellas dactilares, la nueva propuesta permitiría al DHS ir más allá y realizar escaneos del iris del ojo y registrar huellas de la palma de la mano y huellas de voz y tomar muestras de ADN en los casos en que sea necesario verificar la relación familiar, según el borrador.
“Esta regla propuesta elimina cualquier ambigüedad en torno al uso de datos biométricos por parte del Departamento, estableciendo estándares claros sobre cómo y por qué recopilamos y usamos esta información”, dijo en un comunicado el subsecretario de Seguridad Nacional, Ken Cuccinelli.
Por su parte, Sarah Pierce, analista de políticas de Migration Policy Institute, dijo en un mensaje por Twitter que la propuesta “es una de las políticas más inquietantes de esta Administración”. La abogada de inmigración advirtió que la propuesta “sometería a decenas de millones de no ciudadanos a ser llamados en cualquier momento por agentes de USCIS para un examen biométrico” al que calificó de “invasivo”.
La medida hace parte de los esfuerzos de la agencia para mantenerse al día con los “desarrollos tecnológicos” y permitir que sus funcionarios identifiquen fácilmente a los inmigrantes como parte de la política del gobierno para evitar el fraude en el sistema de inmigración.
Qué cambiaría si se lograra poner en práctica
La propuesta eliminaría el límite de edad para la recopilación de esta información, lo que permitiría al gobierno federal obtener datos biométricos de inmigrantes menores de 14 años. La Administración argumenta que esta ampliación en la recolección de datos ayuda a los inmigrantes y a los involucrados en sus peticiones a tener una verificación más conveniente de su identidad.
“Aprovechar la tecnología disponible para verificar la identidad de una persona que estamos evaluando es de un gobierno responsable. La recopilación de información biométrica también protege contra el robo de identidad y frustra a los estafadores que no son quienes dicen ser”, defendió Cuccinelli.
La propuesta afectaría directamente a los solicitantes de permiso de trabajo y de residencia permanente, así como a trabajadores altamente calificados, refugiados y solicitantes de asilo, entre otros.
Esta no es la primera vez que el gobierno Trump intenta recolectar muestras de ADN de los inmigrantes. En marzo pasado la Administración dio su visto bueno final a una norma para almacenar muestras de ADN de los inmigrantes indocumentados, una polémica medida que ya se aplicaba en la frontera a través de un programa piloto implementado desde comienzos de año.
El pasado 6 de enero, la Patrulla Fronteriza comenzó a recolectar muestras de ADN de cualquier persona en su custodia a la que tomaba las huellas dactilares, y lo hace mediante el uso de hisopos que se pasan por la cara interna de las mejillas, según un documento oficial del DHS.
Con información de agencia EFE.