Las dificultad para conciliar el sueño era un problema que no llegó con la pandemia. Lo que sí logró el coronavirus fue acentuar esta problemática que, en mayor y menor medida, acecha a toda la población mundial. Por este motivo, la comunidad científica ya comienza a hablar de un término nuevo, acuñado específicamente para explicar este fenómeno: "coronasomnia".
Así es como la llaman algunos expertos. Las consecuencias de este tipo de insomnio, aseguran, podría tener consecuencias "profundas" para la salud pública. Además, destacan que podría generar una nueva "población masiva de insomnes crónicos".
lon Avidan, neurólogo que dirige el Centro de Trastornos del Sueño de UCLA, dialogó con The Washington Post y explicó que "los pacientes que solían tener dificultades para conciliar el sueño debido a la ansiedad, ahora tienen más problemas". "Los pacientes que tenían pesadillas tienen más pesadillas. Con el covid-19, reconocemos que ahora hay una epidemia de problemas de sueño", profundizó el especialista.
Sin lugar a dudas, los expertos no ven una foto sino la película completa. Por eso, mirando hacia más adelante, comienzan a predecir que el impacto mundial de la pandemia -sin precedentes en la historia moderna- y su naturaleza prolongada amenazan con expandir la tasa de insomnio crónico, que es mucho más difícil de tratar.
Charles M. Morin, director del Centro de Investigación del Sueño de la Université Laval en Quebec, también conversó con el Wahington Post y manifestó que "el impacto del insomnio en la calidad de vida es enorme. En la misma línea, remarcó: "Escuchamos mucho sobre la importancia del ejercicio y una buena dieta, pero el sueño es el tercer pilar de la salud sostenible".
La crisis de sueño es tan grande, y sus consecuencias tan severas, que el médico Abhinav Singh, director del Indiana Sleep Center, se animó a acuñar un mnemotécnico para explicarlo: "FED UP". Las letras representan estrés financiero, estrés emocional, distancia de los demás, imprevisibilidad e inquietudes personales y profesionales.