Compraron entradas para ir al Mundial, nunca las recibieron y tampoco el dinero: así está hoy la denuncia por estafa contra Starmine Agency
Francisco Müller Amato, uno de los empresarios damnificados y quien formaba parte de un grupo de 30 personas que viajaría a Qatar (entre ellos, "el Chapu" Martínez) contó a Forbes Argentina que la causa está corriendo su curso.

Hace dos años, la historia de Starmine AgencyJulián Bisignano comenzaba a hacerse conocida entre los fanáticos del fútbol argentino. Su idea de democratizar el acceso a los estadios era prometedora. De hecho, se presentaba como una solución para aquellos hinchas de clubes grandes que viven en el interior y no tienen los contactos ni la posibilidad de hacerse socios para asistir a ver los partidos.

Tal como relató en su momento Bisignano, fundador de la empresa, Starmine Agency nacía como una servicio de gestión premium que conseguía las entradas a un valor accesible sin que la persona tuviera que estar preocupándose por hacer hacer prefilas. La gestión la hacían ellos, decían.

En su primer año y medio de operaciones, varios fanáticos de Boca, River y otros clubes que realizaron intercambios con la agencia lo hicieron sin aparentes inconvenientes. Pero la historia pegó un giro con el Mundial de Qatar 2022.

Un día antes del partido inaugural entre Ecuador y Qatar, el Chapu Martínez, en Instagram, con más de 1 millón de seguidores, alertaba sobre su experiencia con esta agencia contando que junto a un grupo de 30 personas (con los que tenía en mente ir al Mundial), había sido estafado.

En diálogo con Forbes ArgentinaFrancisco Müller Amato, cofundador de Faraday y quien también formaba parte de ese grupo de 30 personas, relató: “Su contacto (el de Julián) nos llegó a través de un amigo que había comprado un conjunto de entradas para la primera fase del Mundial. Yo, en mi caso, compré seis entradas”.

Müller Amato describió que algunas personas fueron hasta su casa para hacer la operación, otras se juntaron en lugares neutrales y él, por su parte, fue hasta la oficina de la agencia en Puerto Madero. “Al principio vos le dabas la plata por adelantado y después te pedía algunos datos como el pasaporte, DNI y algunas otras cuestiones. En julio pasado tenían que empezar a estar las entradas, y ahí comenzó toda la cuestión”.

Comprobante de pago.

Según contó Müller Amato, Bisignano comenzó dar excusas, advirtiéndoles primero que las entradas no serían físicas - como habían previamente acordado-, sino que pasarían a ser electrónicas.  

Una semana antes de que comience el Mundial, ni Müller Amato, ni el Chapu Martinez ni todos los que denunciaron haber sido estafados por Starmine Agency sabían si efectivamente contarían con las entradas: “El día previo al arranque de Qatar 2022 Bisignano se dio de baja de todas las redes sociales, la página web, el Google Business y no contestó nunca más. Hasta una semana antes del Mundial respondía. Vos le mandabas un mensaje y estaba siempre activo”, profundizó.

Amato calculó que Bisignano facturó más de US$ 500.000 con todo el dinero estafado. Particularmente a él y su grupo de 30 personas les sacó más de US$ 60.000.

 

Cuando se encontraron ante esta situación, Amato y el grupo de damnificados decidieron llevar adelante una denuncia a través del estudio de Fernando Burlando, que tal como relata el empresario “ya está tomando su curso” (la causa es: CCC 63362/22). 

Hasta el momento, ya han declarado entre 11 y 12 personas y, si bien saben que la plata no la recuperarán, “según lo que dijo Burlando, va a terminar preso por la cantidad de gente que estafó. Nosotros solo éramos un grupo. De hecho, en Google Business había mucha gente que se quejaba de que no aparecían las entradas. Ninguno recibió entradas y no conozco a nadie externo que les haya cumplido con lo del Mundial".

Amato reconoció que pensaba que Bisignano después de lo ocurrido se daría a la fuga, pero por el contrario, observó en estos días que había relanzado su cuenta de Instagram, tanto la personal como la de la agencia (aunque con otro nombre).”Debe estar estafando más gente”, afirmó.

Amato fue el único que le pidió un recibo de las entradas y fue justamente una de las pruebas que el influencer Chapu Martínez llevó a la Justicia.


Luego de hablar con Amato, Forbes Argentina se contactó con Bisignano para un derecho a réplica y dijo: “Yo soy una persona trabajadora y honesta que me gano la vida trabajando día a día. Mis contactos son genuinos. La gente que me conoce realmente sabe quién soy y que cumplo con lo que digo. Yo voy a seguir mi camino y no voy a dar más explicaciones a fake news”.