Según la encuesta de Bumeran Líderes o jefes, el 52% de los argentinos pensó en renunciar a un trabajo por la mala relación que tienen o tenían con su jefe o jefa. Además, el 80% cree que no siempre los jefes o las jefas son los mejores líderes y el 56% considera que su jefe o jefa es un líder.
Ser líder y ser jefe no es lo mismo, pero cuando estos dos roles coinciden tienen lugar los grandes logros en las organizaciones. En tiempos del trabajo híbrido o remoto, un buen líder logra atravesar las pantallas y dirigir a los talentos hacia la sinergia del trabajo en equipo, explicó Federico Barni, CEO de Jobint.
Líderes o jefes es un estudio de Bumeran en el que participaron 1984 personas trabajadoras de la región: 918 de Argentina, 702 de Chile, 654 de Ecuador, 326 de Panamá y 302 de Perú. El estudio explora la percepción que tienen los talentos de sus superiores.
El 56% de los encuestados en Argentina identificó a su jefe o jefa como un líder. Este porcentaje es uno de los más bajos de la región. Por debajo, sólo se encuentra Chile con un 54%. Ecuador presenta un 72%; Panamá, un 64%; y Perú, un 73%. El promedio de la región también supera el porcentaje argentino ubicándose en un 62%.
¿Qué es lo que determina que las personas participantes del estudio identifiquen a sus jefes o jefas como líderes? Los tres motivos más elegidos son porque trabaja/ trabajaba junto con el resto del equipo con el 34%; porque está/ estaba dispuesto a enseñar y capacitar al equipo con el 29%; y porque con su ejemplo los inspira/ inspiraba a crecer profesionalmente con el 16%.
Por el contrario, quienes no perciben a su jefe o jefa como un líder indicaron que es porque sólo da/ daba órdenes y no dirige/dirigía al equipo con un 24%, porque no da/ daba oportunidades de crecimiento personal también con un 24%, porque no motiva/ motivaba al equipo con un 21%, porque impone/imponía su autoridad y es/ era muy autoritario/a con un 17%, y porque supervisa/ supervisaba las tareas y solo se hacía cargo de los éxitos con un 14%.
Respecto a si los jefes y las jefas son siempre los mejores líderes, la respuesta fue categórica: el 80% considera que no. Este número está por encima del promedio regional que es del 77% y de Ecuador (65%), Perú (66%) y Panamá ( 76%). Unicamente supera el porcentaje argentino Chile que alcanza el 87%.
Más allá del liderazgo, ¿qué percepción tienen de sus jefes o jefas? El 38% muy buena, el 32% buena, el 20% regular y el 11% mala. Los que respondieron mala o regular lo atribuyen a que no está/estaba dispuesto/a a enseñarle a su equipo con un 34%, a que es/era muy autoritario/a con un 28%, a que no escucha/escuchaba sus necesidades con un 27% y a que no me brinda/brindaba el reconocimiento que merecen con otro 27%.
¿Alguna vez pensaron en renunciar a un trabajo porque no tenían una buena relación con su jefe o jefa? Más de la mitad, un 52%, respondió que sí. También contestaron más personas que sí en Chile con un 56%, en Panamá con un 54% y en Perú con otro 54%. El promedio regional se ubica en un 52%. Sólo en Ecuador la mayoría, el 55%, dijo que no.
Las cualidades más valoradas en un jefe o una jefa son escuchar las necesidades de su equipo con un 48%, contribuir al crecimiento personal y profesional de los miembros del equipo también con un 48%, ser comunicativo con un 37%, reconocer los logros del equipo con un 34%, y confiar y brindar autonomía al equipo con un 30%.
Como líder es indispensable aprender a escuchar al otro. La buena comunicación es la pieza fundamental para que se establezca un vínculo de confianza y empatía entre los miembros de toda organización. No es casual que las cualidades más valoradas por los talentos sean, en primer lugar, la escucha activa por parte del líder y, en tercer lugar, sus habilidades comunicativas, afirmó Barni.