El presidente Joe Biden recibió recientemente a Narendra Modi en una fastuosa visita de Estado, la primera del primer ministro indio, en la que ambas naciones trataron de realinear sus intereses estratégicos en un momento en que la influencia mundial de China sigue creciendo.
Durante el acto, ambos líderes se comprometieron a reforzar los lazos comerciales y de defensa, destacando la importancia del derecho internacional y la libertad marítima en medio de las crecientes tensiones en el Mar de China Oriental y Meridional.
La visita de Estado también subrayó la floreciente asociación tecnológica entre las dos naciones, con la asistencia de muchos líderes tecnológicos notables, entre ellos Sundar Pichai, de Google, y Satya Nadella, de Microsoft, ambos nacidos en la India.
¿El objetivo del primer ministro?
Establecer a la India como una potencia manufacturera y diplomática mundial, una ambición alimentada por las tensas relaciones con China.
La visita dio lugar a varios acuerdos significativos, que abarcan sectores que van desde los semiconductores y los minerales críticos hasta la tecnología, el espacio y la defensa. Entre ellos, un acuerdo histórico permitirá a General Electric producir motores a reacción en India, subrayando la destreza manufacturera del país.
También se anunció la inversión de 800 millones de dólares del fabricante de chips Micron Technology, con sede en Boise, Idaho, para una instalación de semiconductores en India. Además, India acordó unirse a los Acuerdos Artemis liderados por Estados Unidos, marcando una nueva era en la exploración espacial colaborativa.
¿La segunda mayor economía del mundo en 2075?
Estos lazos no son sólo políticos. Están arraigados en una economía floreciente que está haciendo girar cabezas a nivel mundial. El PIB de la India asciende actualmente a unos 3,7 billones de dólares, pero el Deutsche Bank cree que podría duplicarse hasta alcanzar los 7 billones en 2030. Dicho de otro modo, el PIB per cápita de la India está justo alrededor de donde estaba el de China en el periodo 2006-2007.
Deutsche atribuye este crecimiento a una clase media en expansión, a las reformas políticas, al desarrollo de infraestructuras y a un cambio hacia las energías limpias, entre otros factores. La nación tiene una demografía muy favorable, con una edad media de sus ciudadanos por debajo de los 30 años.
A finales de abril, las Naciones Unidas informaron de que India había superado a China como país más poblado del planeta, y ahora está en vías de añadir 97 millones de individuos a su población activa en los próximos 10 años. Se cree que esto representa el mayor crecimiento de la mano de obra de cualquier nación del planeta para ese periodo.
Sin embargo, persisten los retos, como las oportunidades de empleo inadecuadas y el "crecimiento sin empleo".
A pesar de estos problemas, India sigue siendo una potencia en la creación de riqueza. Se están acuñando nuevos millonarios a un ritmo asombroso y, según el Informe Henley sobre la Migración de la Riqueza Privada 2023, la salida neta del país de personas con un elevado patrimonio neto (HNWI, por sus siglas en inglés) parece ralentizarse año tras año.
¿Y el futuro?
Goldman Sachs predice que en 2075, India será la segunda mayor economía del mundo después de China, superando a EE.UU. por un estrecho margen. Las posibilidades parecen infinitas si se pueden alinear las políticas adecuadas con el rápido crecimiento demográfico previsto.
Los gigantes mundiales apuestan por el crecimiento de la India
Aunque persisten las incertidumbres, abundan los signos de optimismo. El Sensex indio, el índice de referencia de la Bolsa de Bombay, alcanzó recientemente un máximo histórico si se valora en rupias indias, impulsado por el rápido crecimiento económico y el aumento de la inversión extranjera.
Los inversores también están reconociendo el potencial de la India. A pesar de las recientes caídas de la inversión extranjera directa (IED) debidas a las tensiones geopolíticas, India ha conseguido atraer casi 920.000 millones de dólares en total desde abril de 2000 hasta marzo de 2023, según Dezan Shira & Associates.
Grandes empresas mundiales como Amazon y Google están apostando fuerte por la India. Amazon tiene previsto invertir 15.000 millones de dólares más de aquí a 2030, y Amazon Web Services (AWS) aportará 12.700 millones para atender la creciente demanda de los clientes. Google pretende establecer un centro de tecnología financiera en la Gujarat International Finance Tec-City (GIFT City) de la India y ampliar su chatbot Bard de IA a más idiomas indios, haciendo que Internet sea más accesible a la diversa población de la India.
Durante su visita a EE.UU., el primer ministro Modi se reunió con Elon Musk, señalando posibles inversiones en los sectores de las energías renovables y los vehículos eléctricos de la India. Con sus recientes reformas políticas que abren su sector espacial a los actores privados, la India ofrece un escenario prometedor para el servicio de Internet por satélite Starlink de SpaceX.
La India es "más prometedora que cualquier gran país del mundo", declaró Musk tras la reunión, y añadió que confiaba en que Tesla estuviera en la India "tan pronto como fuera humanamente posible."
Un creciente faro de oportunidades
India se está transformando rápidamente en una formidable superpotencia mundial y en un destino cada vez más atractivo para el capital inversor. En medio de las crecientes tensiones geopolíticas y el impacto de las tecnologías disruptivas, la historia de la India es un faro de oportunidades en un panorama desafiante. Su clase media en constante crecimiento, las reformas políticas y su destreza digital están remodelando su trayectoria económica, invitando a una afluencia de capital extranjero.
Para los inversores, creo que el momento de reconocer el potencial de la India podría ser ahora.