Las cifras de China se verifican en la recuperación sostenida de la demanda interna y externa. Las ventas minoristas siguen siendo una decepción, pero en gran parte eso es por las ventas de autos.
La clave es el estímulo. El fuerte rebote se debe en gran parte al gasto en infraestructura y a la aprobación de nuevos proyectos de infraestructura (en mayo, subieron 11%, y en junio, 8%). También ayudó la inversión creciente en inmuebles (que aumentó 9% entre mayo y junio), que hace de principal caja de ahorro de los chinos dado que tienen prohibido invertir en el exterior; todos en China saben que las bolsas de Shanghái y Shenzhen son parecidas a los casinos de Macao.
La recuperación en forma de V de China prosiguió por cuarto mes consecutivo en junio, empujada por la sólida demanda interna. Si mantiene controlada la COVID-19, China puede seguir siendo la mejor economía de consumo del mundo.
Progreso irritante
En el 19º aniversario de la publicación del libro The Coming Collapse of China, cabe destacar la capacidad de resistencia de la economía china, que sobrevivió a la crisis de 2008, a los aranceles que le impuso Trump y ahora al coronavirus, según observa un eterno fan de China, Andy Rothman, estratega de inversión de Matthews Asia.
En aquel libro publicado en 2001, Gordon Chang (el archienemigo de Rothman) pronosticó que China sufriría un aterrizaje forzoso. No fue el único: se viene pronosticando eso por lo menos desde que empecé a escribir sobre China in situ y en el exterior, en 2011.
China está empezando a exasperar a algunos, no solo por propagar el coronavirus, sino porque (parece que) le está yendo mejor en eso que a los demás países y porque el año pasado aportó el 40% del crecimiento económico del mundo, más que la EE.UU., la UE y Japón juntos, según datos del FMI.
Un mimo a Wall Street
Nos guste o no, China está recompensando a uno de sus principales benefactores: Wall Street. No hace falta trabajar para Goldman Sachs o realizar una inversión inicial de un millón de dólares para ganar plata con China. El país tiene varios fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés), desde los productos de iShares de BlackRock hasta los Xtrackers del Deutsche Bank, y también los de nicho de KraneShares como el de salud (KURE) y el de comercio electrónico e internet (KWEB). Todos esos están en alza: KWEB avanzó el doble que el Nasdaq y una inversión en KURE le rindió más a los pequeños inversores que las acciones de Gilead Sciences, Pfizer y AstraZeneca en lo que va del año.
La economía china es impulsada cada vez más por la demanda interna y la tecnología. El año pasado fue el octavo al hilo en el que el consumo y los servicios constituyeron la mayor parte de su PBI, más que las exportaciones. Aunque probablemente el gasto en consumo sigue siendo más bajo de lo normal hasta el año que viene porque hasta los chinos todavía le tienen un poco de miedo al coronavirus, también es probable que China siga siendo la mejor economía del mundo este año? y el que viene.
Autor: Kenneth Rapoza
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