Kevin O'Reilly, Subsecretario adjunto de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y el hombre a cargo de llevar la relación de Washington con la región sudamericana, señaló que el gobierno norteamericano espera que Argentina pueda levantar las restricciones económicas que el "Gobierno impuso como algo necesario para sortear la crisis".

Si bien comprenden las regulaciones adoptadas en este contexto delicado, esperan que sean transitorias. Estados Unidos sostiene que es necesario que "haya una claridad sobre la duración de las medidas y la dirección de las políticas económicas nacionales".

En el caso del congelamiento de tarifas y de la declaración del gobierno de Alberto Fernández de decretar como servicio público a las empresas de telecomunicaciones, existe en Washington "una única preocupación que es el acceso a los beneficios para competir que deben tener las compañías", marcó O' Reilly. 

Además, insistió en que haya un panorama claro para el sector privado, haciendo foco en la "previsibilidad, movilidad de los recursos esenciales para las operaciones de una compañía, una cancha a nivel (en igualdad de condiciones) para que las empresas puedan competir y también cierta transparencia en cómo se toman decisiones, en licitaciones del Estado, en las reglas de la competencia".

En ese aspecto, destacó: "Si otros mercados ofrecen más seguridad a la inversión o mejor oportunidad para recuperar las inversiones, tomarán decisiones racionales y quizás tomen decisiones racionales dejando a la Argentina con menos opciones".

A su vez, subrayó que la Argentina y Estados Unidos están transitando un momento "interesante para las relaciones bilaterales", marcando que por más de que "existan algunas diferencias de opinión", la comunicación "es fluida".

Con respecto a las negociaciones de Argentina con el FMI, dejó en claro que Estados Unidos "apoya la voluntad del FMI de superar y buscar fórmulas para identificar un plan económico que ayude a la Argentina a crecer".

"Necesitamos de una Argentina próspera y que maneje su deuda en un país abierto y democrático y vamos seguir promoviendo este tipo de relación hacia el futuro. No hay nadie que se beneficie si Argentina no es próspera. Confiamos en que Argentina siga siendo un socio confiable", finalizó O'Reilly.