Kazajistán atraviesa un momento político y social delicado luego de varios días de protestas e incidentes en las principales ciudades del país. Los conflictos comenzaron a principios de año cuando se anunciaron aumentos en los precios de los combustibles. Eso desembocó en revueltas en las calles que provocaron decenas de muertos y cientos de heridos y provocaron la caída de muchos activos económicos, entre ellos el del Bitcoin.
Esto se debe a que Kazajistán es el segundo país del mundo en lo que se refiere a minería de Bitcoin. Según el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge, a finales de 2021, el país escaló a esa posición al alcanzar el 18,1% de la producción de la criptomoneda a nivel internacional. Solo es superado por Estados Unidos que actualmente tiene casi el 35% de la actividad minera de Bitcoin.
Para evitar que las protestas continúen, el presidente de Kazajistán, Kasim-Yomart Tokáev, decidió enviar tropas del ejército a las calles, pedir ayuda a Rusia y también cortar con distintos suministros y servicios: entre ellos la electricidad e Internet. Esto perjudicó directamente a la actividad minera del Bitcoin en el país y, por lo tanto, al precio de la criptomoneda.
Según Binance, una de las principales exchanges de criptomonedas en el mundo, actualmente el precio del Bitcoin descendió por debajo de los 43 mil dólares. Además, registra una baja de casi cinco mil dólares desde que comenzó el año, cuando se ubicaba por encima de los 47 mil dólares.
Por qué Kazajistán es importante para el Bitcoin
Las mediciones internacionales sobre la minería de Bitcoin indican que el poder de los mineros cayó un 12% desde que comenzaron las revueltas en Kazajistán. Eso demuestra la dimensión que tiene la industria en ese país.
El Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge destaca que en agosto de 2020 en Kazajistán se minaba solo el 4,57% de Bitcoins. Cifra que hoy aumentó al 18% debido a que en septiembre del año pasado una de las mineras más importantes de China se mudó a ese país.
Cuando el gobierno del gigante asiático decidió establecer regulaciones fuertes contra las criptomonedas, la compañía china Cannan envió dos mil equipos de minería de Bitcoin a Kazajistán para que la mayor parte de sus operaciones diarias se realicen allí. Esperamos incrementar la capacidad de producción de 32.000 terahash por segundo (TH/s, la medida de la potencia de procesamiento de una red de criptomonedas) a 850.000 TH/s en un futuro cercano gracias a las oportunidades que ofrece Kazajistán, indicaron desde la empresa en ese momento.
Justo antes de que iniciaran las protestas en Kazajistán, Cannan, que todavía no se manifestó sobre la crisis política y social que se vive en el país, anunció que tenía 10 mil máquinas en el país. La información trascendió el 31 de diciembre por la mañana y se aseguró que de esa manera se completaba la primera etapa de expansión.
Además, como la empresa cotiza en Nasdaq, se supo que los ingresos netos ascendieron a 204 millones de dólares en el tercer trimestre del 2021, un 708,2% más que en el mismo período del año anterior.
Qué ocurre en Kazajistán
Hace tiempo que Kazajistán tiene problemas políticos y sociales pero el 31 de diciembre pasado se anunció un aumento en el precio de los combustibles que provocó protestas masivas y una escalada de violencia en las calles.
Si bien el presidente Kassym-Jomart Tokayev despidió a su gabinete de ministros y revirtió el aumento, las medidas no alcanzaron para apaciguar a los manifestantes. Así, miles de personas en las principales ciudades del país continuaron con las marchas.
El mandatario envió tropas del ejército a las calles para impedir que los manifestantes continuasen avanzando y decidió cortar los suministros de luz e Internet. Además, Tokayev llamó a Vladimir Putin, presidente de Rusia, para solicitar ayuda y por la mañana del jueves llegaron refuerzos de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, una alianza internacional que incluye también a Bielorrusia, Armenia, Kirguistán y Tayikistán. De todas formas, las marchas siguen y no hay certezas sobre cuándo finalizarán.