Que el presidente electo Joe Biden cumpla con todas las promesas laborales que hizo durante su campaña electoral dependerá de lo que quiera hacer cuando esté en la Casa Blanca y también de si el Senado de Estados Unidos permanece en manos republicanas o no.
El ambicioso plan de Biden para fortalecer la organización de los trabajadores, la negociación colectiva y los sindicatos muestra que necesitará la aprobación del Congreso para llevar a cabo todos los cambios que desea hacer en cuanto a las políticas laborales existentes. Solo hay un puñado de puntos en su lista que podría tachar por sí mismo o a través de su Departamento de Trabajo.
Un Senado controlado por los republicanos hará que su agenda laboral sea casi imposible de lograr. Shannon Liss Riordan, abogada de derechos laborales y fundadora del bufete Lichten & Liss-Riordan, afirmó que si tiene éxito, Biden “puede ser el presidente más pro-laborista que haya tenido este país en la historia moderna”.
Verificación de la realidad
Tal como se describe en el sitio web de Biden, el nuevo mandatario norteamericano tendrá que trabajar con el Congreso para:
- Aumentar el salario mínimo federal por hora a US$ 15
- Ampliar las protecciones a las víctimas de cualquier violación en el lugar de trabajo, de las leyes laborales federales, estatales o locales.
- Prohibir que los empleadores les exijan a los empleados que acepten un arbitraje individual obligatorio y que renuncien a su derecho a demandas o litigios colectivos.
- Establecer un estándar federal para los trabajadores en lo que respecta a los beneficios legales y las protecciones bajo las leyes laborales y fiscales.
- Eliminar las cláusulas de no competencia y los acuerdos que restringen la capacidad de los empleados de buscar salarios más altos, mejores beneficios y condiciones de trabajo cambiando de empleador
- Ampliar las protecciones federales a los trabajadores agrícolas y domésticos
- Modificar la ley antimonopolio para garantizar a los contratistas independientes el derecho a organizarse y negociar colectivamente.
- Garantizar que los trabajadores puedan ejercer su derecho de huelga sin temor a represalias.
- Rever las leyes de salarios y horas para que los trabajadores puedan negociar con el empleador, incluido los franquiciadores.
- Proporcionar una garantía federal para que los empleados del sector público negocien el pago, los beneficios y las condiciones laborales.
La lista más corta
Al tomar lo que Biden puede hacer por cuenta propia, la lista se achica considerablemente:
- Restablecer y ampliar las protecciones para los empleados federales.
- Dirigir al Departamento de Trabajo de los EE.UU. “a participar en alianzas de aplicación significativas y colaborativas, incluso con la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB); la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo; el Servicio de Impuestos Internos; el Departamento de Justicia; y las Agencias de Impuestos estatales, seguro de desempleo y trabajo.
Autor: Edward Segal.
La nota original en inglés acá.