Esta historia es parte de una serie sobre la nueva administración de Biden y lo que planteó para sus primeros 100 días y más allá. El presidente electo Joe Biden tiene unos difíciles 100 días por delante.
El 46º presidente de los Estados Unidos tendrá una estrecha mayoría en ambas cámaras del Congreso, después de postularse en la plataforma económica más progresista de la historia moderna. Sus planes exigen billones de dólares en gastos de infraestructura, aumentos masivos en la cobertura del seguro social y de salud, y mayores impuestos a los estadounidenses más ricos para ayudar a pagarlos. Sin embargo, su primera prioridad será pasar otra ronda de relevo de Covid .
También por una buena razón: millones siguen desempleados mientras los gobernadores de todo el país están volviendo a imponer bloqueos a medida que la pandemia de Covid-19 continúa saliéndose de control. El segundo paquete de estímulo recientemente aprobado ofrece algo de ayuda, pero muchos lucharán hasta que se hayan vacunado suficientes estadounidenses para sofocar el virus y levantar las restricciones de distanciamiento social.
Y, sin embargo, la economía, sin mencionar los mercados de valores, se presenta como un año de ruptura a medida que la nación se recupera. Muchos estadounidenses, especialmente aquellos que pueden trabajar desde casa, evitaron los peores efectos económicos del virus. Incluso algunos de los que no lo hicieron pudieron ajustar sus presupuestos gracias a los pagos directos y la asistencia histórica del seguro de desempleo.
Para tener una idea de lo que le espera a la nueva administración Biden, Forbes Advisor analiza los problemas económicos que definieron los primeros 100 días de seis presidentes del pasado.
A continuación, un extracto:
Los primeros 100 días de Bush
George W. Bush asumió el 20 de enero de 2001, cuando cuando la burbuja puntocom estaba surgiendo, también como adelanto de lo que, ocho años después, al final de su presidencia, sería una crisis de vivienda mucho mayor.
¿Se acuerdan de Flooz? ¿Y Digiscents? ¿Seguro sí TheGlobe.com, cuyo cofundador, Stephan Paternot, fue filmado por CNN una vez afuera de un club de New York diciendo: 'Tengo a la chica, tengo la plata. Ahora estoy listo para vivir una vida frívola y asquerosa'?
Ellas tres, junto a otros cientos, fueron compañías de Internet que ganaron cientos de miles de millones en capital de inversión y atención de los medios a fines de los 90 y el primer año del nuevo milenio -solo para después apagarse y arrastrar al resto de la economía. La burbuja puntocom fue tan fuerte que el Nasdaq, el índice preferido para las acciones tecnológicas, tardó casi 15 años en recuperarse (más si se tiene en cuenta la inflación).
La pérdida fue "como si el PBI anual de las economías de Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, España, Holanda y Rusia desapareciera", escribe el economista Burton Malkiel en "A random walk down Wall Street".
La explosión de la burbuja de Internet llevó a una recesión de 8 meses en 2001, luego de que Bush asumiera. Esa recesión solo fue profundizada por los ataques terroristas del 11 de septiembre. El Congreso pasó gran parte de los primeros 100 días de Bush debatiendo sobre la ley de recorte impositivo que él había prometido, y la terminó aprobando en junio de 2001, que incluía cheques de reembolso de US$ 600.
Desde entonces, los observadores del mercado buscan burbujas, y eso sigue vigente ahora. Tesla, por ejemplo, pocas veces tuvo ganancias y de repente es la automotriz más valiosa del mundo. De forma similar, Palantir y Airbnb disfrutaron de una enorme demanda de sus papeles cuando salieron a Bolsa a pesar de perder dinero durante toda su existencia.
Los primeros 100 días de Biden seguramente no vean un gran crash del mercado. Después de todo, acaba de terminar el primer mercado alcista en una década, la Reserva Federal mantendrá barato el dinero durante años y el gobierno aprobó US$ 3,5 billones en estímulo durante los últimos 10 meses. Todo ese dinero tiene que ir a algún lado.
Los primeros 100 días de Obama
Barack Obama juró el 20 de enero de 2009, apenas 4 meses después del colapso de Lehman Brothers, el inicio de la Gran Recesión. La presidencia de Bush empezó y terminó con un crash del mercado bursátil, que juntos resultaron en una década perdida para los inversores. El presidente Obama, elegido después del crash de vivienda y la explosión del sistema financiero, llegó al gobierno con cientos de miles de personas perdiendo su trabajo cada mes y casas rematadas en masa. El desempleo se acumularía durante su primer año como presidente.
Los esfuerzos de alivio de Obama tuvieron resultados diversos. Aunque logró aprobar un enorme paquete de estímulo, fue mucho más chico de lo que reclamaban muchos economistas en comparación con los aprobados ahora por el Covid-19. Lo que es más, los programas que ayudaron a los propietarios a conservar sus casas no hicieron mucho. Sin embargo, la economía rebotó lentamente durante ambos mandatos de Obama, con la tasa de desempleo llegando a 4,7% en enero de 2017 -bien lejos del pico de 10% en su primer año.
Biden está en una situación mucho mejor. El mercado laboral ya se recuperó de las peores cuarentenas impuestas por la pandemia y se supone que va a volver a los nivel pre crisis para 2023, según la Fed. Recuperarse de la crisis hipotecaria le tomó más de una década al mercado.
Los primeros 100 días de Trump
Donald Trump asumió el 20 de enero de 2017, luego de un largo periodo de expansión económica, durante el cual los inversores empezaron a inflar la primera gran burbuja de bitcoin. De hecho, un titular de Reuters tres meses antes de la asunción de Trump decía: "El bitcoin pasa los US$ 1.000 por primera vez en tres años". Épocas más simples, sin dudas.
La criptomoneda tocó los US$ 40.000 este mes, antes de volver a US$ 30.000 a medida que los inversores institucionales y los gigantes financieros de la vieja economía se suben a la religión del bitcoin después de años de un escepticismo silencioso.
Trump es el único presidente de los últimos años que no asumió en el medio de una crisis. Heredó una de las expansiones de empresas más largas en la historia de los Estados Unidos, y la economía tuvo una performance admirable durante la mayoría de su mandato, especialmente para los trabajadores de bajos sueldos, que vieron aumentar su ingreso por primera vez desde la Gran Recesión.
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