La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la primera vacuna del mundo contra el chikungunya, un virus transmitido por mosquitos con síntomas similares a los del dengue y el zika.
5 millones. En los últimos 15 años se registraron al menos esa cantidad de casos de chikungunya en todo el mundo, según la FDA.
Según advierten los expertos, la enfermedad es una importante amenaza sanitaria mundial que la crisis climática está propulsando a nuevas partes del mundo.
Datos clave
- El chikungunya es una infección vírica que se propaga por la picadura de mosquitos infectados.
- Su nombre, que procede de la lengua kimakonde o makonde de África oriental, significa “contorsionarse” o "doblarse de dolor", en referencia a la postura que adoptan muchos de los infectados.
- Si bien la infección no suele ser mortal, los niños, los adultos mayores y las personas con otros problemas de salud corren un mayor riesgo y puede ser mortal para los recién nacidos. Además, el virus puede causar una enfermedad grave y prolongada y no existen tratamientos específicos más allá de abordar los síntomas individuales.
Los síntomas de la infección por chikungunya incluyen fiebre y fuertes dolores articulares, que pueden ser debilitantes y durar semanas, meses o incluso años, así como fatiga, dolores de cabeza, dolores musculares, náuseas y erupciones cutáneas.
Las personas con mayor riesgo de contraer chikungunya viven en las regiones tropicales y subtropicales de África, el sudeste asiático y partes de América, donde los mosquitos portadores del virus son endémicos, aunque los expertos advierten de que el cambio climático provocado por el hombre está permitiendo que los insectos y las enfermedades que portan colonicen nuevas zonas, incluida gran parte de Estados Unidos.
Hasta septiembre, se registraron unos 440.000 casos de chikungunya y más de 350 muertes en todo el mundo este año, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, y la mayoría de los países con mayor carga de la enfermedad se encuentran en América del Sur y Central.
La vacuna
La FDA informó de que aprobó la primera vacuna contra el chikungunya para su uso en adultos a partir de 18 años con alto riesgo de contraer el virus.
Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA, dijo que la aprobación “aborda una necesidad médica no satisfecha y es un avance importante en la prevención de una enfermedad potencialmente debilitante con opciones de tratamiento limitadas”.
La vacuna, hecha por la compañía francesa Valneva y comercializada como Ixchiq, se administra en una sola inyección. Contiene una forma debilitada, pero viva, del virus y puede causar síntomas similares a los de las personas con la enfermedad chikungunya, según la FDA.
Este tipo de vacunas vivas pueden proteger contra infecciones naturales más peligrosas y se utilizan habitualmente para enfermedades como el rotavirus, el sarampión, las paperas, la rubéola, la varicela, la fiebre amarilla y la poliomielitis, pero no siempre son adecuadas para personas de ciertas edades, que tengan el sistema inmunitario comprometido u otras afecciones de salud o que estén embarazadas.
Según la FDA, la seguridad de la vacuna se evaluó en dos ensayos clínicos realizados en Norteamérica. Entre los efectos secundarios comunes de los que se informó en el ensayo se incluyeron dolores de cabeza, fatiga, dolores musculares y articulares y dolor en el lugar de la inyección, aunque casi el 2% de las personas vacunadas presentaron síntomas graves similares a los del chikungunya que necesitaron atención médica.
La entidad dijo que se incluiría una etiqueta para recordar a los prescriptores que comenten con los receptores la posibilidad de "reacciones adversas graves o prolongadas similares a las del chikungunya". Valneva también tendrá que realizar un ensayo posterior a la aprobación "para evaluar el riesgo grave de reacciones adversas graves similares a las del chikungunya tras la administración de Ixchiq".
Advertencia
La agencia describió el virus como una "amenaza sanitaria mundial emergente" que "se extendió a nuevas zonas geográficas provocando un aumento de la prevalencia mundial de la enfermedad."
Asimismo, autoridades sanitarias y organismos como la Organización Mundial de la Salud advierten de que es probable que los recuentos oficiales de infecciones subestimen significativamente la verdadera prevalencia del chikungunya.
El diagnóstico preciso, la vigilancia de la enfermedad y la elaboración de informes pueden ser complicados en algunas partes del mundo debido a la financiación y la capacidad de los sistemas sanitarios, y el chikungunya también es "fácil de diagnosticar erróneamente" debido a que causa síntomas similares a los de otras enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue y el Zika.
A tener en cuenta
Valneva afirmó que la vacuna abordará inicialmente las "necesidades potenciales" de unos 60 millones de estadounidenses que, según afirma, viajan cada año a países donde las enfermedades transmitidas por mosquitos son endémicas. Esto encaja bien con sus otras vacunas contra el cólera y la encefalitis japonesa dirigidas a los viajeros, dijo la empresa.
La compañía dijo que trabajará para comercializar la vacuna en EE.UU. a principios del año que viene y se esforzará por conseguir un voto de aprobación que avale la vacuna por parte del comité asesor sobre vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades a finales de febrero.
La FDA es un regulador influyente y su visto bueno probablemente acelerará el paso de Ixchiq por otros procesos reguladores a nivel mundial, sobre todo en zonas donde el chikungunya es una preocupación más acuciante.
Sobre el virus
El chikungunya aparece regularmente como una amenaza emergente para la salud mundial debido a la enfermedad debilitante y prolongada que puede causar. Se identificó por primera vez en Tanzania en 1952 y posteriormente se registraron brotes esporádicos en partes de África y Asia. Desde entonces, el virus se propagó por todo el mundo y se ha identificado en todos los continentes excepto en la Antártida.
El impacto económico y social de la enfermedad puede ser devastador -la Coalition for Epidemic Preparedness Innovations calcula que el costo sólo para América es de unos 185.000 millones de dólares- y es probable que el calentamiento global, beneficioso para los mosquitos que propagan la enfermedad, amplíe las zonas de riesgo.
Aunque el virus se registra con más frecuencia entre los viajeros en EE.UU. y partes de Europa, se documentó la transmisión local, lo que sugiere que es posible que se produzcan brotes en el futuro o que el virus podría afianzarse de forma permanente.
Autoridades de salud de Argentina han notificado hasta finales de septiembre de 2023, 2.306 casos de fiebre chikungunya, de los cuales 1.700 son autóctonos, 336 importados y 270 están bajo investigación.
En lo que va del año, nueve jurisdicciones reportaron circulación viral autóctona de la enfermedad: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Salta y Santa Fe.
Hasta el momento en Argentina se reportó un solo caso de transmisión vertical de chikungunya en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe. En la semana epidemiológica 34 se reportó un caso asociado a encefalitis con reacción en cadena de la polimerasa positiva para virus Chikungunya en Chaco.