Agraciado, alegre, de principios claros y conocedor de sus fortalezas. Estos son algunos de los aprendizajes de uno de los hombres de negocios más emblemático del mundo que se convierte en un claro ejemplo a seguir.
Son las 12:35 en Omaha, Nebraska, y estoy almorzando con Warren Buffett. Así arranca mi nuevo libro, The Lemonade Life.
Almorzamos en Piccolós, uno de los restaurantes favoritos de Buffett, donde ya cenó con Bill Gates. Buffett tuvo la gracia de recibirnos y a mis compañeros de la Wharton Business School a mí. También nos invitó a la sede de su Berkshire Hathaway.
¿Qué sabios y geniales consejos nos daría Buffett? ¿Sería qué piensa de la economía, de invertir o de jugar al bridge con Bill Gates? Nos habló de todo eso. Pero cuanto más lo escuchaba, más me daba cuenta de que la verdadera sabiduría tenía menos que ver con los negocios que con tener un propósito en la vida y vivirla a tu manera, con las cosas que te gustan, como la espuma de una cerveza artesanal.
Estas son las principales lecciones que aprendí almorzando con Warren Buffett:
1. Warren Buffett se muestra muy agradecido
Buffett se muestra agradecido por todo en su vida. Se siente agradecido por estar vivo, por su empresa, por su familia, por el impacto de sus obras de beneficencia. Ese nivel profundo de gratitud impulsa su espíritu generoso.
Consejo: Ser un líder agradecido te hace sentir humilde.
2. Warren Buffett tiene una perspectiva positiva
Warren Buffett es feliz en serio. Cree en su empresa. Cree en las empresas en las que invierte. Cree en la importancia de tener una perspectiva a largo plazo. No apuesta contra algo, sino por algo.
Consejo: Una mente abierta permite acceder a más oportunidades.
3. Warren Buffett asume riesgos
Warren Buffett es de asumir riesgos, pero no como uno se lo imagina. Nos imaginamos a los multimillonarios como inconformistas que hacen apuestas desmesuradas y están dispuestos a jugárselo todo para obtener un buen retorno. Pero Buffett asume diversos tipos de riesgos, o sea, riesgos calculados. Por ser alguien que invierte en valor, Buffett aplica ciertos principios de inversión para orientar sus decisiones y su forma de encarar el riesgo.
Consejo: Si tenés un conjunto de principios, ya sabés cómo estimar el riesgo.
4. Warren Buffett hace la suya
Último momento: Warren Buffett es muy bueno siendo Warren Buffett. No trata de impresionar a nadie ni ser otra persona. En el almuerzo, no había asistentes, guardaespaldas ni conductores de limusinas; él mismo vino manejando en auto. Warren Buffett no trabaja en Wall Street; vive en la misma casa en Omaha que compró en 1958 por US$31.500. No cena caviar ni champagne; prefiere hamburguesas con queso y cervezas artesanales espumosas.
Consejo: Ser independiente te da cierta libertad.
5. Warren Buffett sabe en qué es bueno
Mucha gente elige trabajos que pagan bien. Muchas veces, eligen un cargo prestigioso o lo que elijan sus compañeros de clase. Imaginate si todos se concentraran en trabajar de lo que puedan destacarse. Warren Buffett es realmente bueno como inversor. Invierte en empresas que entiende y evita las que no entiende. Sin duda no anda persiguiendo a los inversores que invierten en las tendencias más recientes.
Consejo: La vida es más eficiente cuando sabés quién sos.
6. Warren Buffett trabaja como una mula
Es fácil confundirse y creer que Warren Buffett no hace nada. Aparece seguido en la tele, sale en fotos comiendo en Dairy Queen y es el anfitrión de su famosa reunión anual.
Pero que quede claro: Warren Buffett sí hace cosas. Más bien trabaja como una mula: entiende los detalles, se pone a analizar y conoce a la perfección su empresa. Te puede contar sobre su primera inversión tanto como sobre la última.
Consejo: No hay atajos para ser genial ni manera de evitar el trabajo duro.
Por Zack Friedman