El riesgo de los rebrotes en Europa ha suscitado que muchos países den marcha atrás con algunas flexibilizaciones que habían adoptado en pos de comenzar a reactivar de a poco la economía y motorizar el turismo. Cada nación ha tomado diversas medidas respecto a cómo controlar el flujo de personas que entran y salen del país. Alemania, por ejemplo, se convertirá en el primer país en realizarle una prueba de coronavirus en el mismo aeropuerto a toda aquella persona que provenga de regiones de riesgo.
Suecia y Grecia, por su parte, no ponen restricciones a la entrada de personas procedentes de otros países de la UE. Letonia, en cambio, exige a los viajeros llegados desde Bélgica mantener una cuarentena de 14 días. Bélgica, a su vez, cataloga a Letonia como una “zona de riesgo naranja”, lo que implica que la cuarentena se recomienda, pero no es obligatoria. En cambio, prohíbe estrictamente la entrada desde determinadas regiones de España y Portugal.
La lista de las restricciones podría prolongarse mucho más. Cada país de la UE aplica sus normas y definiciones. Algunos demandan un formulario para rastrear contactos, otros prefieren pedir al viajero que se registre por internet antes de partir. Y otros solo permiten la entrada a quienes traigan un certificado de que han dado negativo en un test de coronavirus en su país de origen.
La ausencia de un criterio único
No existe una definición de la UE sobre lo que se considera "zona de riesgo". En Alemania, el Instituto Roberto Koch es el que establece tales zonas. Por el momento, las autoridades alemanas solo incluyen en esa categoría, dentro de la UE, a Luxemburgo. El norte de España no es definido en cambio como “zona de riesgo”, de modo que quienes lleguen desde allí, no tendrán obligación de someterse a un test al entrar en Alemania. Pero sí, las personas que vengan de Luxemburgo. Muchos Estados ven a zonas de Rumania y Bulgaria como focos del coronavirus y han restringido consecuentemente la entrada desde esos lugares.
La Agencia Europea de Control de Epidemias (ECDC) intenta ofrecer un panorama epidemiológico, que permita sacar conclusiones sobre las “zonas de riesgo”. El organismo recopila datos de todos los países miembros y publica a diario un mapa con las tasas de contagios, por regiones. De acuerdo con el mapa de hoy, los principales focos de infección están en el norte de España, Lisboa, Flandes (Amberes), Luxemburgo, Suecia y partes de Rumania y Bulgaria.
En Alemania, Italia, Francia, los países del Báltico y Grecia se han registrado menos de 20 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes, en los últimos 14 días. Esa es la cifra límite establecida por la ECDC para hacer sonar la alarma. Pero tampoco esa es una tasa utilizada de manera uniforme. En algunos países se establece el límite de 16, y en otros, como Alemania, incluso el de 50 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, publicó Forbes México.
Con información de DW