Reconoció el presidente tras el encuentro que tuvo con Francisco en el Vaticano y que duró 44 minutos.
El presidente Alberto Fernández aseguró hoy que la reunión que mantuvo a solas con el papa Francisco en el Vaticano fue "muy grata, más que grata"; y reafirmó que para él, el Sumo Pontífice es "muy importante".
"Verlo al Santo Padre es algo muy reconfortante para todos nosotros y para mí en particular”, declaró. Además, admitió que le pidió "ayuda en el tema de la deuda", y sostuvo que el Sumo Pontífice le dijo que "siempre lo va a ayudar".
Por último, aseguró que con el papa Francisco comparte "una suerte de obsesión, que es terminar con la disputa entre los argentinos", y sostuvo que los dos están de acuerdo con que "la Argentina tiene que terminar sus tiempos de disputa".
"Los argentinos tenemos que respetarnos y terminar con la locura de no hacerlo. Es un país en el que hace mucho tiempo todo es blanco o negro, y donde el de la vereda de enfrente no merece respeto, pero no hay nadie en la vereda de enfrente, sino simplemente alguien que piensa distinto", aseveró el mandatario.