Se trata de productos derivados de las cadenas de manzana, pera, naranja, mandarina, pomelo, arroz, kiwi, cebolla, y otras producciones con mayor relevancia a nivel local, como aceites esenciales, quínoa, lino, coriandro, orégano, pimiento para pimentón, manzanilla y árboles, arbustos y matas, de frutas o de otros frutos comestibles, incluso injertados.
“A través de estos programas de estímulo se busca promover el arraigo territorial, el agregado de valor, la industrialización en origen y el incremento de las exportaciones a través del desarrollo socioeconómico armónico, entre los distintos eslabones de las cadenas de valor de las economías regionales”, destaca la norma en sus considerandos.
Para ingresar al programa, los productores deberán haber exportado sus mercaderías en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores a la entrada en vigencia del mismo, así como asumir el compromiso de mantener o incrementar la cantidad de puestos de trabajo.
También deben comprometerse a abastecer el mercado local con esas mercaderías, debiendo mantener o incrementar los volúmenes de abastecimiento que registrare en los 18 meses anteriores a la vigencia del Programa.
A comienzos de esta semana, Agricultura había dado a conocer un primer listado que comprende a las actividades vitivinícola, olivícola, apícola, pesquera, forestoindustrial, lanera, producción de legumbres, ajo, té, maní, tabaco, limón, frutas - tales como la cereza, la ciruela y el arándano- y productos especiales que se destinan al mercado externo casi con exclusividad como el maíz pisingallo, el girasol confitero y los productos que revistan la condición de ecológicos, biológicos u orgánicos.
Con posterioridad, el secretario de Agricultura, Juan Bahillo, mantuvo reuniones con representantes de las cámaras de Industriales Arroceros, de Exportadores de Citrus del NEA y de Fruticultores Integrados, y de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén.