Acindar reabrió sus instalaciones luego de un cese de actividades de 30 días a raíz de un desplome en las ventas, en un contexto de plena recesión económica. El cierre temporal afectó a sus principales plantas ubicadas en Villa Constitución (Santa Fe), San Nicolás (Buenos Aires), La Tablada (Rosario) y Villa Mercedes (San Luis), desde el 18 de marzo.
La compañía tomó la decisión de suspender operaciones en estas cuatro ubicaciones debido a una caída en sus ventas, que registró disminuciones de entre el 35 y 40% en diferentes sectores.
Acindar, que se dedica a la fabricación de aceros largos y perfiles para construcción, agricultura e industria manufacturera, cuenta con un personal de 3.100 empleados.
Uno de los motivos principales para detener las operaciones fue el estancamiento de las obras públicas. Durante este período, la empresa aprovechó para “para otorgar vacaciones, francos compensatorios, reducir las horas extra y brindar capacitaciones en materia de seguridad”.
Representantes de la empresa afirmaron que están enfocados en la mejora de la competitividad de sus procesos, con el objetivo de servir mejor a sus clientes tanto en el ámbito local como internacional.
La reanudación de las actividades en Acindar también se vincula a la conciliación obligatoria dictada frente a una huelga de duración indefinida iniciada por la Unión Obrera Metalúrgica, la grave situación que afronta la emblemática fábrica, por el contexto económico, el riesgo de que haya despidos y el estancamiento de la negociación paritaria".
La empresa estuvo controlada por la familia Acevedo hasta su venta en 2006 al grupo Arcelor Mittal, el mayor consorcio siderúrgico del mundo, con sede en India.
Con información de NA.