Layer1 es una startup de criptomonedas financiada por figuras como el multimillonario Peter Thiel. En los últimos meses, en las duras tierras del oeste de Texas, la empresa anduvo levantando cajas de acero (parecidas a contenedores de barcos) llenas de procesadores de primera calidad sumergidos en baños refrigerantes de aceite mineral. ¿Por qué en el oeste de Texas? Porque gracias a la superabundancia de gas natural y un bosque de turbinas eólicas, la electricidad de la zona es de las más baratas del mundo, lo que se necesita para extraer criptomonedas.
La minería de bitcoin consiste en transformar electricidad en dinero, afirma Alex Liegl, CEO y cofundador de la empresa. Para fin de año, Layer1 tendrá decenas de esas cajas funcionando las 24 horas para transformar 100 megawatts en un flujo de bitcoin. Liegl afirma que el costo de producción promedia unos US$ 1.000 por moneda. A los precios actuales de US$ 9.100, eso arroja un margen de ganancia del 90%.
Por esta razón, resulta raro ver lo entusiasmado que está Liegl con la idea de tener que cerrar sus minas de bitcoin a mitad de año.
Calor rentable
Este año, antes de que llegue el verano en el hemisferio norte, el oeste de Texas ya registró varios días de más de 35 grados, pero el calor y la humedad no pegan en serio hasta agosto, mes en el que el tendido eléctrico de Texas sufre por todos los aires acondicionados que se encienden al máximo. En una semana intensa de 2019, los precios al por mayor de la electricidad en el tendido que administra el Electricity Reliability Council of Texas (ERCOT) se dispararon de unos US$120 por megawatt-hora a un pico de US$ 9.000 por MWH por tercera vez en la historia de Texas. Si bien el pico de precios duró más o menos una hora, es suficiente para generar grandes ganancias. Hugh Wynne, analista de la empresa de investigación SSR, calcula que los generadores de electricidad de Texas perciben cerca de 15% de sus ingresos anuales durante el 1% de las horas con los precios más elevados (en cambio, en la más templada California, el 1% más caro deja solo el 3% de los ingresos).
Resulta que operar una falange de minas de bitcoin es una forma excelente de arbitrar esos picos. Layer1 firmó los llamados contratos de respuesta a la demanda, que estipulan que la empresa apague todas sus máquinas en un minuto y deje que su carga de 100 MW fluya al tendido. Funcionamos como un evaluador de riesgos para el tendido eléctrico, afirma Liegl, de 27 años. Si falta oferta, podemos apagar todo.
Lo mejor de todo es que les pagan aunque no ocurra una emergencia. Solo por su disposición a frenar la producción de bitcoins, Layer1 cobra una prima anual equivalente a US$ 19 por cada megawatt-hora de su demanda proyectada de electricidad, o sea, unos US$ 17 millones. Gracias a los costos a largo plazo de aproximadamente US$ 25 por MWH estipulados en el contrato, la empresa logró bajar 75% lo que paga de luz, a menos de 1 centavo de dólar por KWH (equivalente al 10% de lo que pagan los clientes residenciales).
Liegl afirma que el próximo paso para Layer1 es integrarse verticalmente a los productos financieros, entre ellos los derivados de bitcoin. Estamos armando una división interna de ventas de electricidad para transformarnos en una usina eléctrica virtual. Y tiene un mensaje para los amarretes que todavía tratan de extraer criptomonedas desde la PC de sus piezas o incluso por servicios de nube: No se me ocurre nada más irracional. Es como tratar de extraer petróleo cavando un pozo en el patio.
Autor: Christopher Helman