Movimiento Inspirador
Lo primero fueron sensores dispuestos en el mar para evitar que ballenas -aturdidas por el ruido de los motores- chocaran contra los barcos. Luego la propuesta del bioacústico francés Michel André, quien contó con el apoyo de los Premios Rolex a la Iniciativa, se expandió a otros ecosistemas. Hoy sus oídos electrónicos se proponen vigilar todos los ecosistemas de la Tierra. Identifican y frenan en tiempo real posibles amenazas, desde la tala en el Amazonas hasta la caza en África.