Tras un sorprendente año, el oro se encamina a seguir creciendo en 2025
La mayor parte de la demanda que impulse los precios del oro provendrá de los bancos centrales que están buscando diversificar sus reservas extranjeras.
La mayor parte de la demanda que impulse los precios del oro provendrá de los bancos centrales que están buscando diversificar sus reservas extranjeras.
Los inversores deberían observar más allá del comportamiento de las acciones y prestarles atención a las materias primas, cuya dinámica de precios podría verse afectada por la victoria del republicano.
Desde el banco estadounidense proyectan que el oro subirá un 11% más desde los niveles actuales hasta los US$ 3.000 por onza para finales del 2025.
Este año, el oro alcanzó un precio nominal récord de US$ 2.450 por onza tras subir un 23% desde el mínimo de febrero.
Las cotizaciones varían según las expectativas, objetivos, necesidades y capacidad de los operadores y productores de granos y de otros participantes más financieros.
Los analistas de Puente publicaron un informe en el que detallaron que los metales preciosos denominados "activos refugio" mantienen su atractivo.
Los bancos, las mineras y los fondos de inversión estuvieron promocionando las sólidas perspectivas de largo plazo del cobre durante varios meses.
La relación entre el índice S&P GSCI Commodity y el S&P 500 está en mínimos históricos, lo que sólo sucedió antes de 1973 y durante la burbuja tecnológica de los 2000.
Un patrón gráfico en todo el complejo de materias primas sugiere que los precios han caído tan bajo como deberían y ahora se perfilan para un repunte durante los próximos nueve meses.
El litio subió un 10,81%, lo que la hace la materia prima con mejor comportamiento y una de las dos únicas que registraron una rentabilidad positiva. La otra es el oro.
Los estrategas del banco lo explican por China y la fuga de capitales de los mercados energéticos y de inversión por la crisis bancaria.
Los analistas del banco estimaron que el metal probablemente promedie los US$ 3.125 por tonelada en 2023, frente a la cotización actual de US$ 2.595, aproximadamente.
Desde los máximos del 2022 hasta la actualidad, el precio del petróleo ya cayó casi un 40% hasta los USD 79 por barril.
El mercado está tornándose cada vez más bajista por la desaceleración del crecimiento económico de China y los comentarios de la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Las empresas energéticas se verían obligadas a reducir su producción y perderían miles de millones de dólares si los temores se cumplen.
Ajustado por inflación, el metal precioso ya cuesta lo mismo que en marzo de 2020.
Si se produce una recesión que paralice a la demanda, la materia prima podría incluso caer hasta los USD 45 por barril para finales del 2023.
Los gráficos de precios de los commodities y la historia demuestran que la actual tendencia alcista podría estar cerca de terminar.
En el mercado de Chicago, el cereal cerró en alrededor de USD 368 por tonelada, el valor más alto en 14 años.