Una declaración de amor a Emma Thompson de hace 27 años
Gustavo Noriega escribió una nota en El Amante en febrero de 1996, a raíz del estreno de Sensatez y sentimientos.
Gustavo Noriega escribió una nota en El Amante en febrero de 1996, a raíz del estreno de Sensatez y sentimientos.
En 2015, junto a Marcelo Panozzo, organizamos una muestra de documentales argentinos para ser exhibidos en Margen del Mundo, el pequeño anfiteatro de Luis Majul en la zona de La Paternal donde hoy funciona la FM El observador 107.9.
Me pidió mi madre, ya con dos ediciones de Sabelotodo bajo mi nombre, que la mencione menos en las introducciones. Mi padre, en cambio, me pidió que lo mencione más. Son ellos los culpables, con su apoyo constante e insistencia en que podía “ser lo que quisiera”, de que yo, hoy, no sea nada. Así que me niego a concederles sus deseos. A lo nuestro.
El autor recomienda dos newsletters de sendas damas.
Ahora que es un lugar común quejarse de las encuestas y acusar a los encuestadores de los mil males, mi espíritu contrera me lleva a matizar un poco y, no exactamente defenderlos, pero sí tratar de precisar qué le puede pedir hoy uno a una encuesta y qué es exactamente lo que están ofreciendo.
Cuando yo tenía doce o trece años ponía la radio portátil debajo de la almohada y escuchaba “Modart en la noche” hasta el final, mientras mis padres suponían que dormía.