La Economía del Conocimiento es uno de los tres mayores sectores exportadores de la Argentina, con salarios largamente superiores a la media y un agregado de valor que tiene como materia prima esencial: la formación de su capital humano. Pero las empresas enfrentan la problemática no sólo de formar a sus especialistas en distintas ramas a la velocidad en que crece la demanda de sus servicios, sino el desafío de retenerlos ante las propuestas y salarios del exterior.
Tres empresas de base científica y tecnológica analizaron en la nueva edición del Forbes Reinventando Argentina Summit cuáles deben ser las estrategias de un país que quiere crecer con innovación en las ligas mayores del software, la biotecnología o la medicina, entre otras disciplinas.
Daniel Londero, Head de Bayer Pharmaceuticals para Conosur; Salvador Álvarez Patuel, Gerente General de IBM Consulting; y Sergio Angelini, Presidente de Grupo MSA, forman parte de los motores que empujan cada vez más al país a la frontera de la innovación. Los tres coincidieron en que los argentinos son muy competitivos y la calidad de los investigadores demuestra al mundo que vale la pena investigar y desarrollar sus proyectos en el país con confiabilidad y una confiabilidad de primer nivel.
En la apertura de la charla, Londero quien también es Miembro de la Comisión Directiva de Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME), planteó como muy alentador ver el talento que hay en la Argentina ante una necesidad de las empresas por alimentar la innovación e investigar. Acá llega el 1% de la investigación clínica de todo el mundo y es muy poco, pero venimos creciendo y demostrando que la investigación se hace en el país con altísima calidad. Investigar es un win-win para todos, porque ingresan divisas al país y el 98% de la investigación clínica son divisas que ingresan con estos estudios, pero también se benefician los pacientes y los investigadores.
Para Álvarez Patuel, el talento argentino a nivel tecnología e innovación es muy demandado en un mercado que se autodesreguló y se volvió muy complejo para cubrir las necesidades del mercado argentino porque hay hambre de explorar en las nuevas tecnologías ante una demanda internacional muy grande. Y ese apetito por los recursos humanos que se vive en todas las latitudes provoca que los a los dos años empiecen a ver las estrellas brillantes de las oportunidades laborales en el exterior que genera un vacío muy importante ante lo cual es necesario seguir trabajando en la experiencia que se les puede dar y motivarlos para mantenerse en el país.
En el mismo sentido, Angelini lamentó que la problemática del talento es el tiempo que pierden tratando de sobrevivir en una sociedad que los somete a un estado de distracción constante de trabajar en la Argentina. El contexto social y político condiciona mucho el funcionamiento y estamos obligados a atender la problemática de nuestra gente antes de ver los próximos pasos. El titular del Grupo MSA reafirmó que es necesario salir del letargo intelectual hacia las nuevas formas de hacer economía para avanzar.
Sobre las próximas fronteras que asoman en el universo de las empresas de base científica, el líder de Bayer Pharmaceuticals, resaltó que la medicina de precisión es uno de los caminos de la innovación, un escenario en el que las medicinas no van a ser destinadas a una patología en particular, sino que compartan alguna mutación, por ejemplo. De la misma manera destacó que más que una promesa, ya es una realidad las terapias celulares que está cambiando el mundo ahora, con estudios en investigación clínica que involucran ya no una droga sino la extracción de células de ese paciente, el traslado al laboratorio donde se modifican para que cuando sea reimplantadas cumplan una función específica.
Para el gerente general de IBM, la Inteligencia Artificial tiene capacidad de procesamiento decisorio y predictivo, pero hay una oportunidad en la enseñanza de estos agentes digitales necesarios para todas las tareas cotidianas. Especializar este trabajo digital y aprender a confiar, con educación, con el trabajo colaborativo que la economía del conocimiento tiene, y que es la misma problemática que cualquier otro país del mundo desarrollado está enfrentando.
Hacia adelante vemos un mundo alucinante con algunas preocupaciones -cerró la charla Angelini- al preguntar quién de todos está preparado para encontrar ese mundo nuevo por la velocidad con que este tipo de tecnologías interpelan. Es un gran desafío que se abre, más que estar recibiendo información de qué va a pasar en el futuro sino cómo abrir la mente para mirar las cosas desde otro lado y entender que el mundo está cambiando y obliga a ser creativos en la forma de razonar.