Un innovador tratamiento contra el cáncer, entre los avances de la industria farmacéutica
Una charla con Gastón Domíngues Caetano, VP & Gerente General de GSK Argentina & Uruguay, permitió, en el marco del Health in Action Summit de Forbes Argentina, conocer el panorama que tiene el sector de la industria farmacéutica para los próximos años. 

En primer lugar, el ejecutivo destacó cómo la pandemia transformó la visión que la sociedad en su conjunto tiene sobre los cuidaos personales y la ciencia aplicada a la salud. “En particular los argentinos y las argentinas estamos mucho más interesados por el tema de salud y fundamentalmente por la prevención, esto cambia nuestro perfil como pacientes porque vamos al médico más informados y somos más activos frente a las novedades de la industria" sostuvo Domíngues.

Desde su mirada esta situación traza un escenario que tiene aspectos positivos y al mismo tiempo implica una mayor responsabilidad para ofrecer información de la más alta calidad. “La compañía tiene más de 100 años de presencia en el país y ha desarrollado uno de los centros de investigación clínica más importantes en todo el mundo. En particular, lo que observamos es que ahora también hay muchos desarrollos de investigación aplicada a la tercera edad y esto se debe al incremento de la esperanza de vida en grandes volúmenes de la población mundial”. En concreto, “para este año estamos esperando un 50% más de investigación clínica”, apuntó el ejecutivo. 

Sobre esto punto, Domingues señaló que la investigación garantiza inversión en el país y esto se ratificó con la firma de un convenio entre el laboratorio y el CONICET: se trata de un acuerdo de licencia para un anticuerpo monoclonal, realizado por investigadores argentinos que retrasó el crecimiento de tumores, por lo que podría convertirse en un innovador tratamiento contra el cáncer en caso de que supere los estudios con pacientes que desarrollará esa empresa multinacional.

Mediante este acuerdo, GSK adquiere los derechos para poder trabajar y optimizar este anticuerpo de desarrollo nacional, realizar los ensayos clínicos correspondientes y, en caso de comprobarse su eficacia, convertirlo en un tratamiento. Como contraprestación, el CONICET recibirá un pago inicial y futuros pagos acordes con la obtención de resultados, así como el pago de derechos sobre futuras ventas netas de cualquier medicamento desarrollado con base en este anticuerpo o en cualquiera de sus derivados, en cualquier país del mundo.

Ciclos de innovación más cortos 

En las últimas semanas el laboratorio presentó al mercado una vacuna que previene el Herpes Zóster, más conocido como culebrilla, en el 97% de los casos de adultos mayores de 50 años. Se trata de un esquema de dos dosis con indicación para dos poblaciones: las personas de 50 años en adelante y los mayores de 18 con riesgo aumentado de padecer la infección, que aparece por la reactivación del virus de la varicela, que permanece latente una vez que la persona tuvo esa enfermedad típicamente infantil.

“Hoy lo que observamos es que los ciclos para incorporar innovación se están acortando y esto permite disponer de medicamentos y tratamientos de manera más rápida, al menos a lo que estamos acostumbrados: el combate contra el sarampión, la viruela y la meningitis es un buen ejemplo de la disponibilidad de vacunas y erradicación casi total de enfermedades dentro de una población. Además, hay que sumarle que la autorización para un estudio clínico hoy en la Argentina es de 6/8 meses cuando antes era de 13 a 30 meses”, apuntó el ejecutivo.  

 

Por otra parte, el presidente del laboratorio GSK, señaló que hay un significativo incremento en la esperanza de vida de las personas que indefectiblemente ejerce mayor presión en el sistema de salud. Esto obliga a liderar una industria farmacéutica que se transforma más rápido y que acelerara esos cambios en los próximos 10 años. 

Desde su mirada, esos cambios en el sector tendrán tres denominadores en común que serán los ejes de trabajo de las compañías: la sustentabilidad en el sentido más amplio del concepto, la necesaria articulación pública - privada y el interés por debatir la innovación para que se democraticen sus alcances a toda la población.  

“Tenemos una gran responsabilidad dentro de la industria farmacéutica y es calve para nosotros ubicar a la Argentina en el foco de la innovación. El país hoy está bien en esta materia, pero puede estar muchísimo mejor sobre todo para hacer, por ejemplo, investigación clínica en hospitales públicos”, concluyó Domingues.