El debate está instalado hace años: ¿Qué posibilidades reales tiene Argentina de convertirse en un polo de desarrollo científico con foco en salud? Desde el punto de vista regional, si se suma el sistema científico público privado del país es uno de los más desarrollados y con más oportunidades.
La mesa integrada por Nicolás Vaquer, titular de CAEME y Gerente General de Pfizer Argentina, Ana Franchi titular de CONICET y María Apólito, subsecretaria de Economía del Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación permitió conocer los desafíos que enfrenta el sector y puso de manifiesto la necesaria articulación entre Estado y sistema privado.
“Nuestra es visión es que la salud es servicio, un derecho y también una industria. Con la pandemia casi un 40% de los proyectos que se aprobaron para financiamiento tuvo que ver con la salud" explicó María Apólito, subsecretaria de Economía del Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación.
Desde el CONICET Franchi destacó la labor que en el organismo se lleva a cabo para evitar que los científicos se marchen del país y que los que logran emigrar para completar sus estudios retornen con el conocimiento adquirido. “Hoy pudimos cerrar la canilla de científicos que emigran. Tenemos el objetivo ahora de promover el retorno pero también de federalizar la actividad de investigación y descentralizar la actividad que está muy concentrada en el AMBA”.
Ensayos clínicos
La vinculación entre tecnología e investigación científica tiene hoy sus niveles más altos de acuerdos y articulación. “En los últimos 25 años las tecnologías aplicadas a medicina permitieron incrementar en 7,5 años la sobrevida de la población mundial y eso se debe en gran medida al desarrollo de medicamentos innovadores”, destacó Nicolás Vaquer, titular de CAEME y Gerente General de Pfizer Argentina.
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En este contexto surgió como tema en la mesa la posibilidad de que Argentina se convierta en el corto plazo en un referente mundial de ensayos clínicos. Vaquer explicó que Argentina tiene 20 mil pacientes en estudios clínicos por año y que para el sector salud el desarrollo de esta actividad implica tener acceso a tecnología de última generación y alcanzar estándares de calidad e inversión. “Los ensayos clínicos son en esencia exportación de servicios. Por ejemplo, generaron 20 mil millones de pesos en los últimos años. Hoy, Argentina es líder en la región y está en el puesto 14 en el mundo de países con mayor cantidad de estudios clínicos, pero tenemos que tener el objetivo de estar entre los primero 5”.
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En este sentido Franchi señaló que "el área de salud y biomedicina es la más desarrollada en CONICET y eso permite que hoy la Argentina tenga 4 posibles vacunas de diseño argentino para combatir el COVID. Una ya está aprobada para comenzar la fase clínica por ANMAT".
Como conclusión, Apólito adelantó en exclusiva la posibilidad de que se apruebe una ley para promover los estudios clínicos en Argentina. “Tenemos que exportar el conocimiento que se genera en el sector salud en asociación con los privados y no las horas de desarrollo. Por eso siempre les pedimos a las empresas que radiquen un centro de desarrollo en nuestro país. De nuestra parte apuntamos a una ley o un programa nacional para que Argentina se potencie a nivel mundial en estudios clínicos. Pronto tendremos un marco normativo específico que permita la capacitación en hospitales públicos en todas las provincias y facilite la infraestructura para potenciar este sector dentro de la industria de la salud”.
