Adaptarse a los cambios pensando en las nuevas generaciones, mientras se intenta aprender y sostener la aplicación de nuevas tecnologías, en una transición que demanda cada vez más agilidad, flexibilidad y sobre todo: resultados. Este es el contexto al que se enfrentan los productores agropecuarios argentinos, quienes, por delante, ven la posibilidad de alcanzar una producción estimada en 200 millones de toneladas.
“Tenemos que adaptarnos permanentemente a lo nuevo pensando en generaciones futuras y no solamente en el margen bruto de cada cultivo”, sostuvo Andrés Costamagna, Director de la Sociedad Rural Argentina, quien confirmó que desde la SRA están trabajando en la creación de un “sello” local que permita garantizar y medir la sustentabilidad de los productores argentinos.
En esta línea, Rafael Cueto, productor agropecuario y miembro de CREA, aclaró que lo importante es que los productores no encaren los cambios solos. “Es importante no recorrer el camino de la sustentabilidad y la innovación solos, porque muchas veces el productor está solo en el campo. Nuestros campos están abiertos para mostrar todo lo que hacemos”, afirmó.
En paralelo, Martín Sackmann Varela, Gerente de Innovación y Desarrollo Técnico de Los Grobo, contó que el 95% de sus aproximadamente 60 socios hacen siembra directa y están “abocados a la sustentabilidad”.
“Están todos tratando de usar cada vez más agricultura de precisión y están empezando a usar plataformas digitales”, afirmó y aclaró que lo que le falta al productor argentino es “estar más conectado con los mercados externos”. “A nosotros nos toca tratar de acompañar al productor y llevarle las alternativas que hay, las tecnologías están. Hay un montón de aplicaciones y soluciones que tenemos que aplicar inteligentemente”, subrayó.
Por su parte, Costamagna también habló de la importancia de potenciar la comunicación dentro del sector y junto a Sackmann Varela coincidió en que en Argentina no hay “zonas marginales”, sino más bien, zonas potenciales o en desarrollo, en las que las condiciones son diferentes.
"Tenemos que contar lo que hacemos, tenemos que avanzar en tener mecanismos de monitoreo reales. La transparencia va a ser el eje de los próximos años para que los datos se vuelvan información organizada que se pueda consultar”, analizó Costamagna.
En el papel coincidieron que el foco de la agenda de sustentabilidad estará, en parte, en la gestión del agua. “Nosotros, en el agro argentino, cosechamos agua. Todos los 700 a mil milímetros que llueven en la región pampeana se transforman en el arte del productor que hace que la tomen las raíces, la transformen en biomasa y después en grano”, dijo Sackmann Varela y aclaró que el agro argentino tiene el desafío de aprovechar el agua: “En el área pampeana estamos usando la mitad del agua de lluvia, ahí deberíamos crecer enormemente”.
Hacia el cierre, Costamagna destacó que es importante que los productores se vayan adaptando de manera de cumplir con la cantidad, pero también con la calidad de lo que se hace. “La siembra directa nos hizo ser más eficientes en el consumo del agua y la agricultura de posición nos ayuda a ser más eficientes en una superficie menor”, destacó, por su parte, Cueto y concluyó: “Hoy tenemos la capacidad y la tecnología para hacerlo ¿Cómo sigue? con prueba, error y la compañía de pares”.