Entrevistado por Alex Milberg y Facundo Sonatti, José Chediack, fue el último protagonista de la jornada. Según contaba el CEO de Grupo PHRÓNESIS, Argentina tiene entre 30 y 40 mil toneladas de aceite de oliva virgen extra y mucha probabilidad de desarrollo del aceite de máxima calidad por las fincas que tiene. El país en calidad es muy destacado, dijo.
Sin embargo, en el mercado local solo se consumen cinco o siete mil toneladas, menos de 200 gramos por habitante por año. El resto se exporta, el gran comprador en Estados Unidos que importa y consume 300 mil toneladas por año, es decir, un kilo por año por persona.
Según explicó, en Argentina el consumo es bajo porque se compara con el valor de un aceite de girasol, por ejemplo. Al respecto, comentó que Oliovita, marca que forma parte del Grupo, hizo un trabajo de docencia muy importante para que el consumidor entienda que hay un mundo detrás del aceite de oliva y que no es lo mismo consumir uno refinado que uno virgen extra. La marca además se ha destacado por ser innovadora lanzando productos novedosos como los varietales o la botella para servir el aceite directamente en la mesa y no en un aceitero.
Atento a este escenario, Chediack hizo hincapié en la falta de políticas a largo plazo que acompañen este tipo de decisiones. En su caso, plantó: Decidimos invertir porque apostamos a que algún momento el país desarrolle estrategias que serían una oportunidad enorme. Esto traería no solo divisas, sino también empleabilidad porque en economías regionales se podría ocupar muchísimas más personas.
El ejecutivo también enumeró las variables a tener en cuenta para lograr ser la góndola del mundo. Necesitamos una política fiscal clara a lo largo del tiempo; una política cambiaria; infraestructura para acercarnos a los puertos, y no solo ferrocarriles sino también escuelas y establecimientos de salud para que los profesionales tengan eso disponible para sus familias. Finalmente, la financiación.
Para concluir, Chediack manifestó: Sigo apostando a que en algún momento nos caiga la ficha de la oportunidad que tiene el país. Me cuesta creer que no vamos a vencer esta sensación de decadencia en la que hemos entrado. Y para eso, destacó la importancia de la digitalización. De lo que se aprende es de un buen diagnóstico. Uno puede fracasar, pero si tenes un buen diagnóstico podes dar un salto diferencial. Se necesita captar y analizar datos ciertos para que las decisiones se tomen a partir de ellos y no a partir de intuiciones. Te vas a equivocar más de una vez, pero lo importante es tener el diagnóstico correcto. Siempre hay alternativa, hay que seguir trabajando.