El riesgo país elevado tras la reestructuración de la deuda argentina con los acreedores externos es un mal síntoma para la economía local. Para Javier Timerman, Managing Partner de AdCap y Co-Founder de Banza, “lo que demuestra el riesgo país es que el inversor de afuera perdió la confianza en Argentina”. Después de varios defaults y el tratamiento que tuvieron con los inversores, “no tienen interés en financiar al país”, completó.
Para el especialista, el canje de deuda fue “crítico” porque “se intentó sacar provecho de los inversores y no se tuvo una visión a largo plazo”. En esta línea, remarcó que “el financiamiento es lo que te permite crecer, pero para eso se necesita una sociedad con los inversores”, y este no fue el caso.
Diego Ferro, Fundador de 2M2 Capital, coincidió con su colega y sostuvo que el canje fue uno “de los más extraños que vi”. Apalancándose en lo que decía Timerman, esgrimió que “en Argentina nadie tiene previsibilidad de lo que puede pasar de acá a tres meses, por lo que no hay forma de elaborar un argumento lógico para invertir en el país porque hay un nivel de incertidumbre ridículo”.
“Puede que haya gente que se interese por un activo argentino que está rindiendo un 20% en dólares. El tema es que al no haber un plan y mucha deuda dando vuelta, es muy difícil”, completó Ferro.
Al retomar la palabra, Timerman reforzó su visión al marcar las diferencias entre cómo se comporta la cartera económica del Gobierno con el inversor local y cómo lo hace con uno internacional. “El Ministerio de Economía estaba preocupado porque no conseguía financiamiento local. Entonces subió las tasas y acortó los plazos. ¿Cuál es el atractivo para el inversor internacional?”.
Un acuerdo con el FMI
¿Cómo puede cambiar un acuerdo con el FMI?, fue la pregunta que abrió un pequeño debate en el panel. Timerman contestó que un acuerdo con el Fondo siempre va a significar algún tipo de lineamiento económico, pero no puede hablarse de lo que significa la credibilidad.
“La credibilidad se gana con el tiempo -que no hay- y otro aspecto importante es lograr un acuerdo político. Si hoy viniera un inversor a la Argentina y viera el nivel de rivalidad política que hay, vería que es imposible un proyecto a largo pazo”, manifestó.
Por su parte, Ferro precisó que hablar de un acuerdo con el Fondo lo retrotrae a la reestructuración de la deuda. Si el FMI fuera tan importante, fue "ridículo" entonces cerrar una reestructuración sin tener un parámetro con el Fondo. “Nadie espera que exista algún plan serio antes de las elecciones y es difícil pensar que después de las elecciones, incluso, se hará un plan lo suficientemente abarcativo y profundo como se debería”, agregó el fundador de 2M2 Capital.
Casi al cierre del panel, los especialistas opinaron sobre las señales que da el Gobierno sobre el presente y futuro de la economía argentina. ¿Son suficientes para atraer inversiones?
Sobre las palabras de Martín Guzmán y su deseo de hacer un ordenamiento fiscal, Timerman espetó que para atraer inversiones se necesita algo mucho más grande y creíble que eso. “Hay que poner detrás una historia más atractiva” ya que hablar sólo de un ajuste es un “poco marginal”.
Para cerrar, Ferro opinó sobre el corto plazo de Argentina en relación a la falta de vacunas y cómo este faltante puede afectar aún más la economía: “Como cualquier situación de crisis, el liderazgo y cómo se responde a esa crisis hace mucha diferencia en el resultado. Evidentemente, hay una estructura política que le resulta difícil tomar decisiones drásticas o difíciles. Si no se toman, se ven las diferencias. Si uno ve cómo se manejan las cosas en Uruguay o Chile, te das cuenta que en Argentina todo cuesta más. En el partido que está gobernando ahora hay un grado de ineficiencia en la toma de decisiones que asusta. El corto plazo, entonces, lo veo complicado”.