Una de las charlas que más atención despertó fue la referida a marcos regulatorios. "Marco regulatorio sinuoso" fue moderado por Laura Mafud y contó con las exposiciones de Fernando Quiroga Lafargue, Socio de Impuestos y Líder de Servicios Financieros de KPMG en Argentina; Juan José Otalvares, Partner en CLO I Cornu Labat - Otálvares; y Juan Pablo Fridenberg, Director de Asuntos Públicos de Lemon.
Sobre cómo ven el marco regulatorio, Otalvares planteó que el escenario no es el mismo que hace 10 años y que el apetito del regulado por regulación tampoco es el mismo. "Capaz antes nadie pedía regulación, se la veía como algo negativo, hoy la regulación es necesaria. Entonces, la pregunta no es si más o menos regulación, sino cómo se hacer ese camino hacia una regulación sobre todo teniendo en cuenta el timing actual".
El vocerodescribió la complejidad que implica para el regulador no contar con los cuadros técnicos necesarios para establecer una regulación que se adapte a los tiempos actuales. "Muchas veces las leyes que tenemos son antiguas y no contemplan el espíritu y los tecnicismos de lo que hoy existe".
Por su parte, Quiroga Lafargue puso en debate la necesidad de un marco desde donde se establezca la regulación, pero que respete las bondades de la industria Fintech. "Lo que necesitamos es una política de estado clara que vaya hacia un rumbo determinado. Tenemos la expectativa y las ganas de que eso venga de la mano de cambios políticos".
Y continuó: "el desafío será armonizar los intereses diversos, pero esto ayudaría a que todo vaya para mejor". Desde su mirada hoy se carece de una política de estado. "Todo queda en lo enunciativo, en lo discursivo, pero en la práctica no se ve como una política firme. Y el milagro que ha logrado este sector en materia de formalización de operaciones es algo que cualquier funcionario público debiera cuidar y mantener".
Por el lado de Lemon, Fridenberg sentenció que el dilema no es si regulación sí o regulación no. "La falta de un marco jurídico preexistente no ha impedido que innovemos que los usuarios puedan realizar sus consumos", decía. "Hay un marco que permite innovar y sacar productos creativos".
Si bien a veces ese marco preexistente puede ser interpretado de mala forma por cualquier operador del sistema, "hay que encontrar ese óptimo que permita asegurar ese marco de innovación, de creatividad, que permita a los usuarios mayor inclusión con un ambiente cuidado mitigando los riegos, para que las personas adquieran a esos productos con conocimiento y seguridad".
El ejecutivo también compartió ciertas recomendaciones pensando en los próximos pasos de la industria: "Es importante considerar las buenas prácticas de otros mercados, repetir experiencias exitosas, el diálogo público – privado, y tener en cuenta que la evolución tiene que ser gradual, paulatina. No pueden establecerse estándares regulatorios respiratorios para industrias nuevas con reglas viejas".
El vocero de KPMG sentenció: "Tenemos que asegurarnos de que el funcionario entienda el instrumento y la ayuda que podría recibir de parte de la industria fintech. A veces es mejor dejar jugar para que la industria se desarrolle. Si la informalidad es una de las principales problemáticas que tenemos para agrandar el segmento de lo formal, las fintech en ese sentido tienen un rol de colaboración total".
En línea con ello, Fridenberg expresó que "la economía digital está cambiando nuestra vida y el sector fintech tiene un rol fundamental para darle acceso a millones de personas que antes no lo tenían. El desafío del sector es trabajar para que esa inclusión sea cada vez mayor".