"Uno no puede ser lo que no conoce", aseguró Pilar Moreno, viróloga, investigadora de la Universidad de la República y del Institut Pasteur y fundadora de la startup científica Guska. Es por eso que dar a conocer qué hacen las científicas en Uruguay es clave para que cada vez más niñas se interesen por esta profesión. 

"Es verdad que la pandemia nos dio más visibilidad, pero es importante seguir promoviendo desde edades tempranas las áreas de STEM porque necesitamos romper esos estereotipos que limitan las capacidades de las niñas", subrayó Moreno y remarcó que, durante la niñez, las niñas perciben que no son tan inteligentes como los hombres para hacer determinadas carreras y eso impacta de lleno en su camino. 

El desafío de crecer

Ingresar no lo es todo. Una vez que las investigadoras están posicionadas en su carrera existe un nuevo obstáculo difícil de superar: asegurar un crecimiento sostenido.

 "El sistema nacional de investigadores del Uruguay nos califica en base a nuestro desempeño académico y nuestras publicaciones, cuando vemos los niveles más bajos, más de la mitad somos mujeres y en el escalafón de más reconocimiento solo el 18% son mujeres. Ahí tenemos un problema importante", graficó Moreno.

Los estudios demuestran que esta realidad responde, por ejemplo, al tiempo que las mujeres demoran en hacer un doctorado en comparación con sus pares hombres. "El 40% de los hombres que tienen un hijo terminan su doctorado en cinco años, solo el 20% de las mujeres que tienen un hijo lo terminan en ese tiempo", remarcó la viróloga y destacó que esa desigualdad se arrastra luego en el desempeño profesional.

En la misma línea, la pandemia puso de manifiesto que las mujeres científicas dedicaron muchas más horas a su casa y al cuidado de sus hijos y seres queridos que los hombres. "Las mujeres dedicaron menos tiempo al laboratorio, a sus investigaciones y eso repercutió en que publicaran menos y eso nos lleva a que a la hora de presentarnos para ser responsables de un proyecto, a la misma edad, tenemos un currículo menor que el de un hombre", concluyó.