Hace años se habla en la Argentina sobre la potencialidad y la relevancia de los recursos hidrocarburíferos no convencionales de Vaca Muerta, pero poco se analiza sobre la forma y la dimensión en que su desarrollo masivo podría impactar en una macroeconomía largamente afectada por las crisis.
El economista Nicolás Arceo, director de la consultora Energía y Economía, planteó su mirada sobre los grande desafíos de la industria energética al participar en un mano a mano de la tercera edición del Forbes Energy Oil & Gas Summit, en la que valora su potencialidad transformadora más aún en situaciones como la actual en la que predominan altos precios del crudo y el gas en el mundo.
Se habló mucho de Vaca Muerta en los últimos años pero no se termina de dimensionar la potencialidad de los recursos que, aún con precios de crudo bajo y gas natural, permitiría exportar 37.500 millones de dólares anuales durante 3 décadas, algo que implica mas que duplicar las exportaciones del complejo oleaginoso, resaltó el economista. Pero ese flujo de recursos muy significativo puede ayudar a morigerar las restricciones externas de la Argentina de las últimas décadas, una de las causantes de estancamiento económico que explican un crecimiento muy por debajo del promedio de la región.
Así, Vaca Muerta es una posibilidad de revertir esa restricción pero no termina de visualizar la oportunidad en términos de exportación y que rompería la discusión entre abastecimiento local y mercado de exportación.
Al respecto, Arceo señaló que la Argentina tiene una infraestructura asociada a la exportación relativamente rápida en petróleo, con lo cual hay un primer salto que los ductos están disponibles, pero sí se requeriría una inversión considerable para ampliar a capacidad de transporte en gas natural y la instalación de centrales licuefactoras, lo que a la vez abre la posibilidad de desarrolla la industria petroquímica.
Sobre el contexto para concretar el desarrollo de Vaca Muerta, el economista señaló que la formación neuquina es victima de una coyuntura internacional bastante volátil, pero si bien hay una perspectiva en crudo que viabiliza la producción, Argentina no logra consolidar políticas de largo plazo más allá de la administración de turno, y el sector energético requiere reglas de fijación y administración de precios que se mantengan en el tiempo.
En ese sentido, la charla permitió analizar que en el mercado local hay una tensión entre el precio local y el internacional a lo que el economista planteó la necesidad de poder contar con mecanismos de amortiguación respecto a los vaivenes de precios para evitar desincentivar los niveles de inversión: Hoy tenemos un crudo en torno a los 55 dólares con un precio en los mercados internacionales por sobre los 80, lo que genera un desincentivo muy grande.
Argentina podría definir mecanismos de desacoples a partir de un esquema de retenciones creciente y carga impositiva en los combustibles, pero lo mas importante es determinar un mecanismo de largo plazo que explicite las condiciones del precio de paridad de exportación y del precio del crudo local, insistió.
Sobre el impacto de la transición energética y el avance de las renovables sobre el segmento de los hidrocarburos, el consultor entendió que implica una oportunidad muy significativa para el gas en el mercado internacional como combustible de transición para reemplazar al carbón y volvió a señalar la necesidad de definir una política de estado con consensos en materia hidrocarburífera que incluya oficialismo, oposición y gobiernos provinciales para avanzar en un marco regulatorio estable.
Sobre el proyecto de promoción de inversiones hidrocarburíferas, Arceo consideró que fortalece colocar en la discusión la producción de gas y petróleo, de tenerla en la agenda política con un marco para el sector.
Finalmente, abordó el rol de la cadena de proveedores en la que surgen dos discusiones medulares vinculadas a las señales del mercado para tomar a Vaca Muerta como vector de desarrollo pero a la vez la necesidad de escala para lograr una industria competitiva. Hoy Vaca Muerta perfora el 5% de los pozos del Permian en Estados Unidos: hay claramente un problema de escala, y la cadena de proveedores va a ganar competitividad y se va a poder expandir en la medida que se incremente esa actividad. El 30% de crudo de la Argentina y el 50% de gas natural salen de Vaca Muerta, pero hay infinidad de recursos para crecer, aseguró.