En la sexta edición del Summit Mujeres Power de Forbes, María Julia Bearzi (Directora Ejecutiva de Endeavor Argentina), Noelia Aguirre (CEO y cofundadora de Robintests) y Florencia Sosa (CEO de Grupo ECA Emergencias Médicas y Minerva Farmacias) enfatizaron en el poderío de las mujeres que emprenden y en la fortaleza transformadora que imprimen a sus grupos de trabajo.
"Para promover el desarrollo económico del país es clave el apoyo a la actividad emprendedora. Y allí las mujeres tenemos que generar oportunidades, abrir espacios de networking y capacitaciones y animarnos a asumir más riesgos, no autolimitarnos, trabajar juntas", invitó Bearzi.
Junto a ella, Aguirre advirtió: "En el mindset emprendedor, hombres y mujeres tenemos la misma estructura cognitiva pero pesa en nosotras la autopercepción de para qué soy buena y para qué no. Hay un quiebre a los 8 años, cuando muchas mujeres sienten que no son buenas para las Matemáticas".
La catamarqueña Sosa, tercera integrante del panel, anunció a su vez que en esa provincia la fundación que ella encabeza lanzará el mes próximo “la primera colección de NFTs para mujeres rurales, tejedoras de fibra de vicuña que viven a más de 5000 metros de altura”.
Tras casi 20 años de trabajo en Endeavor, Bearzi (que tiene sede en CABA pero oficinas en otras cinco regiones de Argentina) ratificó sus pilares. “Creemos en las redes, en la capacitación, en la inspiración, en el efecto multiplicador de las iniciativas emprendedoras. El país necesita desde los más grandes unicornios hasta los emprendimientos más chicos y por eso animo a los emprendedores a animarse”, dijo.
Mujeres rurales, al mundo
Aguirre, fundadora de una empresa que combina ciencia con tecnología, cree en la importancia de conocer mejor a cada persona para descubrir sus talentos. “Tomar riesgos es una habilidad y una competencia que todos tenemos, y que se puede desarrollar. Para el Día de la Niñez hicimos una acción dentro de la compañía para que las mujeres evalúen sus habilidades y ver qué feeling tenían con las carreras vinculadas con IT”, contó.
Con respecto al gen emprendedor, la ejecutiva admitió que “no se debe subestimar el esfuerzo de montar un negocio, porque hay que aprender muchas cosas, desde finanzas hasta presentarse en público y liderar equipos” pero propuso “creer en el valor de las ideas propias y dejarse ayudar”.
Finalmente, Sosa habló de su propio recorrido tras haber heredado de su padre el negocio que lidera, vinculado a la salud. “Es un desafío ser mujer, líder, joven, referente, disruptiva. Y en el interior cuesta más porque cuando mi papá murió yo no tenía colegas cercanas, mentores, ejemplos cerca. Y es importante aprender a tomar decisiones, saber contagiar entusiasmo al equipo, hacer que crean en nosotras. No tenía experiencia pero sí ganas y fortaleza”, contó.
Su grupo es una de las pocas empresas del norte del país con más del 80% de personal femenino. Pero no obstante tienen en marcha un programa de liderazgo para mujeres, tras haber percibido que en pandemia “fueron las que menos miedo tuvieron. Apelaron a su espíritu maternal para cuidarse ellas, a sus equipos y a la sociedad toda”.
“En honor a mi padre creé una fundación con la que recorremos toda Catamarca y visitamos merenderos para dar herramientas de emprendedurismo. Actualmente estamos capacitando en 12 comedores para que cada barrio pueda elaborar y vender su producto. Lo hicimos por ejemplo con barbijos, que se comercializaban en nuestras farmacias”, detalló.
Pero también lo llevan adelante con productos de otros rubros, poniendo especial énfasis en las mujeres rurales, las que no tienen conexión a internet o a veces ni siquiera señal de teléfono, acceso a información financiera que les permita abrir una cuenta bancaria.
“Hay mujeres con enorme talento. El potencial está. Por eso -anunció- el mes próximo lanzamos la primera colección de NTFs para que tejedoras de fibra de vicuña puedan vender sus productos con trazabilidad y transparencia”.