El 2023 marcó un punto de inflexión en la política argentina con la llegada de La Libertad Avanza de Javier Milei al gobierno, y de su mano Martín Menem a la presidencia de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Nacido en La Rioja en 1975 y abogado graduado en la Universidad de Belgrano, Menem inició su carrera política en 2021, siendo el primer diputado de su provincia en ocupar una banca por su partido. En tan solo dos años, logró consolidarse en el ámbito nacional y hoy se encuentra al frente de la Cámara Baja del Congreso.

A pesar de la notoriedad de su partido, La Libertad Avanza enfrenta un desafío significativo: su pequeña representación parlamentaria. "El presidente más votado, pero al mismo tiempo la presencia partidaria más pequeña de la historia. Estamos a 90 diputados de tener quórum propio", señaló Menem durante un mano a mano con Alex Milberg, Publisher y director general de Forbes Argentina en la sexta edición de su Reinventando Argentina Summit. Este déficit numérico que menciona Menem obliga a su bloque a negociar y convencer a otros sectores políticos para avanzar con su agenda. "Tenemos que convencer a otros", expresó, reconociendo la complejidad de la tarea.

¿Qué fue lo más difícil de asumir la presidencia de la Cámara de Diputados, considerando la gran cantidad de reglas y códigos que tiene un órgano tan complejo?

Lo más complicado al principio fue entender los códigos que se manejan dentro de un organismo como la Cámara de Diputados. La Cámara tiene vida propia, y cada sector no sólo representa sus intereses, sino que hay siglos de historia detrás. Tratar de adaptarse y encontrar la manera de encajar con esta nueva estructura fue un desafío, pero con el tiempo logramos integrarnos.

Asumiste en un contexto bastante particular, con un presidente que ganó sin tener un partido sólido ni una estructura política establecida. ¿Cómo ves este proceso?

Es una situación anómala. La disrupción del presidente, habiendo ganado sin tener partido, intendentes ni estructura, hace que todo sea por primera vez. Lo que estamos viendo es que, desde todos los partidos dialoguistas, hay sectores que entienden que tenemos que acelerar. Acelerar significa que no podemos jugar a medias. El PRO está muy comprometido, y un sector del radicalismo nos mira con mejores ojos. Esto es clave para construir alianzas.

¿Cómo manejan el desafío de tener una representación parlamentaria tan pequeña y a la vez buscar consensos?

Somos 29 diputados de La Libertad Avanza, lo que nos deja a 90 diputados de tener quórum propio. Esto nos obliga a convencer a otros. Y la realidad es que en temas que podrían ser de interés general, a veces he tenido más de una decepción al ver que no interesan a todos. Nuestra promesa central es clara: no vamos a subir impuestos ni tomar deuda. Nuestra base es esa, y desde ahí construimos políticamente, siempre protegiendo la macroeconomía.

Mencionaste la importancia de la responsabilidad fiscal. ¿Cómo están trasladando esa discusión al Congreso?

Estamos tratando de trasladar el tema de la responsabilidad al Congreso. Cada vez que el Ejecutivo quiere gastar dinero, tiene que explicar de dónde va a sacar los recursos. No vamos a emitir más ni a seguir endeudándonos, por lo que es crucial definir prioridades. Cada vez que está por sesionar la Cámara de Diputados, sube el riesgo país. Véanlo y van a ver que, como siempre, la Cámara, por necesidad de políticas o algunas causas nobles, termina yendo en contra del equilibrio fiscal y eso afecta las variables macroeconómicas.

Se ha hablado mucho sobre proyectos de privatización, especialmente de Aerolíneas Argentinas. ¿Qué nos podés decir al respecto?

Hay un proyecto presentado hace tiempo para privatizar Aerolíneas, pero hay reticencia de varios sectores del Estado. No podemos seguir financiando una empresa con pérdidas. Aerolíneas es una megaestructura que sigue siendo insostenible y, más temprano que tarde, deberemos abordarlo.

¿Cómo manejás la comparación constante con tu padre, Eduardo Menem, que fue una figura clave en la política argentina?

Mi padre tiene una vasta experiencia en política y siempre ha sido un defensor de las instituciones. Respeta mucho lo que estamos haciendo y me ha dado consejos valiosos. Me siento con una gran responsabilidad, pero también es una tranquilidad saber que puedo contar con su visión. La tarea de hoy es pensar cómo podemos mejorar las instituciones y garantizar que el sistema funcione de manera eficiente.

Mirando hacia el futuro, ¿qué alianzas ves necesarias para consolidar el espacio de La Libertad Avanza de cara a las próximas elecciones?

Hay muchas posibilidades de sumar alianzas con distintos sectores. Varios partidos provinciales ya están viendo la posibilidad de unirse a una gran coalición de centro-derecha. El objetivo es hacer más sólida nuestra representación parlamentaria para poder avanzar en las reformas que consideramos esenciales.

¿Cómo ves el manejo de la responsabilidad fiscal desde el Congreso?

Estamos trasladando la responsabilidad fiscal al Congreso. Cada vez que el Ejecutivo quiera gastar dinero, tendrá que explicar de dónde va a salir. No vamos a emitir ni a endeudarnos más. Estamos comprometidos con un equilibrio fiscal.

¿Qué desafíos creés que enfrentan en las próximas elecciones intermedias?

Es un desafío interesante. Sabemos que necesitamos alianzas y acuerdos para consolidarnos como un espacio político fuerte. En ese sentido, hemos avanzado mucho con algunos sectores del PRO y con una parte del radicalismo. Además, estamos explorando acuerdos con partidos provinciales que ven en nosotros un aliado clave para generar un cambio.

¿Cómo evaluás la situación económica actual y qué ves como las prioridades para mejorar la macroeconomía?

La situación macroeconómica es fundamental para cualquier avance en la política. Si no estabilizamos la economía, cualquier acuerdo o proyecto que logremos se verá afectado. Por eso, proteger la macroeconomía es clave. No podemos seguir tomando decisiones sin un claro entendimiento de cómo financiar lo que el país necesita.

Hablaste de la importancia de las privatizaciones, ¿cuáles son los próximos pasos en esa dirección?

Creo que el tema de las privatizaciones es algo que tiene que estar sobre la mesa. Ya mencionamos lo de Aerolíneas, pero también hay otras áreas del Estado que deben ser revisadas. No podemos seguir financiando estructuras que no son eficientes. Esto lo hemos discutido y seguiremos avanzando en esa línea.

¿Cómo se maneja el trabajo de construir consensos necesarios dentro de la Cámara de Diputados?

El trabajo de construir consensos es un tema clave que discutimos en la "mesa chica" junto a Santiago Caputo y otros actores importantes. Estamos en un proceso donde buscamos establecer vínculos sólidos dentro de la Cámara, tanto con la oposición como con los sectores internos del oficialismo. Mi tarea ha sido mantener un diálogo constante y personal con los distintos bloques, entendiendo que hay que construir acuerdos más profundos, no solo superficiales.

¿Cómo ves el rol del sector privado en este contexto político y económico?

Es fundamental. El sector privado tiene que asumir responsabilidades en áreas donde el Estado no puede seguir siendo protagonista, como en el espectáculo público o la infraestructura. Muchas veces, el problema en Argentina no son solo los ilícitos, sino los "listos", aquellos que se aprovechan del sistema. Lo que estamos viendo ahora es un esfuerzo enorme del gobierno y del Ministerio de la Federación para mejorar las condiciones, especialmente para las pymes y grandes empresas.

¿Cuál es la visión sobre la flexibilidad del Estado y cómo puede mejorar su servicio a la ciudadanía?

El Estado debe ser flexible para no convertirse en un obstáculo. Tiene que ofrecer un mejor servicio a un precio más competitivo y eficiente. Eso es parte de nuestro modelo de trabajo, orientado a servir al prójimo con calidad. Si logramos que el Estado cumpla ese rol, estaremos en el camino correcto.