En su participación en el Forbes Mujeres Power Summit, Marina Dal Poggeto, Directora Ejecutiva de Eco Go Consultores, reconoce que nunca estuvo en sus planes hacer consultoría económica desde afuera, sino que fueron los vaivenes de su carrera los que la llevaron al lugar en donde se encuentra hoy. 

Dice que no fue un camino fácil ya que antes no había muchas mujeres en esto y, además, explica que hubo una etapa de su vida donde aparecieron otras prioridades y necesidades a partir de la llegada de sus hijos : “La compatibilización no es nada fácil, sobre todo cuando el trabajo te demanda mucho”.

“Yo me fui del Banco Central desganada del funcionamiento interno, donde una nunca terminaba de pegar el salto, pero también porque una de mis trabas era la incompatibilidad de ser profesional y mamá a la vez”, explica. En ese sentido, afirma que la consultoría le permitió acomodar sus tiempos y manejarse de otra forma.

Haciendo una comparación con la situación de hace décadas respecto a la inclusión de las mujeres en diferentes espacios, Dal Poggetto dice que “hoy es más fácil, tienen más lugar”. Reconoce que lo del cupo “dio un impulso adicional” en este proceso de cambio y de evolución de las mujeres. 

Así y todo, también cree que este “esquema te termina llevando a lugares que no están buenos y donde se pueden generar confusiones”. En ese sentido, agrega: “La verdad que ocupar un puesto por la necesidad de que haya una mujer no me parece bien. Creo que la incorporación tiene que ser por la calidad de la persona que estás contratando y no por el género”.

Hablando de la situación de la Argentina, asegura que el país “está perdiendo muchas oportunidades y quedándose atrás en muchos aspectos”. Dice que, a diferencia de los años 80, esto ocurre en un momento “donde se permitía hacer algo distinto”; y desliza que las "decisiones cortoplacistas" para resolver cuestiones inmediatas de la sociedad “están llevando a la Argentina a lugares complejos”.

Con respecto a la grieta que existe hoy en el país, donde hay dos polos completamente opuestos, deja en claro que “construir desde extremos no lleva a ningún lado”. Compara la situación con dos médicos que ven diagnósticos distintos y señala que es una competencia “entre el caos y el abismo”, donde se sigue discutiendo quién se endeudó más o quién fue el padre de todos los problemas.

NDV