"No hace falta contratar ingenieros: el emprendedor con alguna persona más alcanza y sobra para los primeros 100 km de recorrido. Hay que ir a lo sencillo, rápido, y armar la versión cero, rodeado de gente mejor que uno mismo". Así, honesto y contundente, Ariel Burschtin marcó el primer compilado de aprendizajes que su experiencia como co-founder de la compañía global PedidosYa le permite derramar sobre el mundo innovador.
Junto con otro de los creadores de la plataforma, Álvaro García, ambos a su vez inversores en Orok, desgranaron los secretos del éxito de aquella idea que gestaron cuando estudiaban en la universidad, en Uruguay.
"Leer el libro El método Lean Startup (de Eric Ries), plantear un modelo de negocio corto, contratar a la gente correcta, usar bien los recursos, poner el foco en el cliente y escuchar lo que dice son mis principales consejos para emprendedores", aportó García, durante la participación de los dos en la sexta edición del Promesas Forbes Summit.
Cada dólar, enfocado
Burschtin resumió el intensísimo sendero recorrido por PeYa. La idea surgió durante una clase, en la universidad. Pretendían ser "el Mercado Libre de la comida". El germen nació ya con ambición regional. “Y lo empujamos a pulmón, con nuestro tercer co-founder a cargo de la tecnología. Viajamos para sumar restaurantes en Buenos Aires, Santiago de Chile… Hicimos versiones 1, 2, 3".
En 2010 empezamos a recibir investor angels, y tres años después hablamos con un competidor alemán, Delivery Hero, y ellos querían crear un holding líder en el mundo con lo que nosotros estábamos haciendo. “Veníamos con el cuchillo entre los dientes para pisar fuerte en América latina y por eso un mes en PedidosYA contaba como un año de experiencia en una compañía tradicional”.
Toda esa aceleración llevó a que en 2014 compraran la participación accionaria de los inversores y los angels y quedaran solo los tres fundadores y la empresa alemana a cargo de la compañía. Finalmente, en 2021, dieron un paso al costado de sus cargos en PeYA y dejaron a la organización con “15 millones de órdenes por mes, US$ 4.000 millones anuales en procesamiento, 4.000 empleados, 15.000 repartidores”. Un exitazo.
Burschtin dice que el modo de manejar semejantes resultados fue simple: “En momentos duros, seguimos mirando hacia adelante. En los buenos, hacíamos festejos cortos y enseguida nos enfocábamos en el lunes siguiente. Fue empujar y empujar, nunca parar”.
“Hoy trabajamos con venture capitals para apoyar a los emprendedores, generando un círculo virtuoso. Nos gusta entrar a algunos que siguen apoyando modelos B2C, a pesar del foco que hay en B2B. Creemos que ahí habrá muchas oportunidades, en industrias que se van a tener que formalizar y van a necesitar dinero para, con marketing, llegar a millones de usuarios”, anticipó.
El empresario cree que “como el capital no abunda, cada dólar tiene que estar enfocado, hay que ir a lo super específico. Los emprendedores tienen que irse a vivir a la ciudad donde quieren operar, estar ahí 24/7, respirar ese entorno. Y luego enfocarse en el gran mercado”.
“Hay que armar una versión 0, habrá cientos por delante. Probarla con familiares, amigos, los primeros clientes. Y mirar con lupa quienes son las personas con las que me voy a asociar porque el avance en una startup es consecuencia de qué socios busqué para armar el negocio”, recomendó.
Atacar todas las variables
Por su parte, García sostuvo que en los comienzos de PedidosYa, “las ganas de hacer estaban, había un tema de ejecución y sabíamos que alguien lo iba a hacer porque todo el mundo estaba conectado a internet desde sus smartphones”.
“Pero teníamos que hacer en una semana lo que otra compañía resuelve en un mes, y no ses trataba de trabajar más horas, o más rápido o con multitarea. El desafío iba por el lado del criterio, el foco, el tomar buenas decisiones, planificar bien… Somos fanáticos de los planes super cortitos, solo 10 slights”, agregó.
Hoy en día, ambos tratan de apoyar a otros emprendedores, ya sea con capital o consejos, y sobre todo desde los fondos de VC. “De mínima, es importante que tengan una visión para América latina, o mejor aún, global. Que el modelo sea escalable a través de la tecnología”, subrayó.
En cuanto a la gestión del emprendimiento, García mencionó que tres personas es útil porque “a la hora de tomar decisiones agiliza muchísimo”. También sugirió que al menos uno de los tres tiene que tener un background muy fuerte en tecnología o producto. Y todos, “una mentalidad ambiciosa gigante para atacar todas las variables”.