Tabakman puso en foco el complicado momento macro que vive el sector. “Venimos de meses con mucha incertidumbre que nos han quitado el sueño. Pero luego de la llegada del nuevo ministro de Economía, comenzó a generar más calma y la gente empezó a volcarse más al ladrillo”.
Y destacó que el fenómeno de resguardar patrimonio en activos reales es algo que hoy se está viendo en todo el mundo aunque en la Argentina es algo que se dio siempre. “Cuando nos sobra un pesito compramos dólares, y la segunda opción es comprar metros cuadrados. Pero hoy conservar los dólares es lo menos recomendable por la inflación que hay en el mundo. Las monedas duras empezaron a ablandarse. En todas partes hoy recomiendan resguardar el patrimonio en ladrillos”.
Además, señaló que hay una gran oportunidad. “En otros mercado los precios está muy altos. En Estados Unidos el metro cuadrado es el más alto de la historia y Buenos Aires está más barata que Montevideo y Asunción. Estamos atravesando el final de un ciclo”.
José Pablo Dapena, de UCEMA, planteó el tema en términos financieros. “Veo la inversión inmobiliaria como una clase de activo financiero en el contexto de otros activos. Y veo que las valuaciones triplican a nivel global el valor del PBI. Aunque el problema sea la iliquidez”.
En el caso de la Argentina, dijo que “tiene la particularidad que hay una baja profundidad del mercado de capitales y mucho se va a ladrillos” y remarcó “la preponderancia que en la Argentina tiene el sector en las decisiones de inversión. “Es una forma de escaparse del Riesgo Estado”, remarcó.
Finalmente, apuntó que en un mercado donde no hay crédito hipotecario, “entrar en una inversión en pozo es una fórmula alternativa“.
Carlos Spina, de Argencons y Asociación de Empresarios de la Vivienda, aportó que “a pesar de la incertidumbre que vivimos desde hace mucho tiempo y el deterioro del poder adquisitivo, los precios están un 30% abajo del promedio de la década y eso genera oportunidades”.
Remarcó que “hoy tenés operaciones de flujo en pesos, personas que acumularon stock de pesos y otras que se realizan por la apreciación potencial. Por lo demás, la renta del alquiler está muy deteriorada y con pocas expectativas. Lo único que aparece como buena inversión es el alquiler temporario, que hoy cuadruplica la renta tradicional porque juega con la brecha cambiaria, pero es algo temporal”.
Así las cosas, el desarrollador pidió un marco de estabilidad para avanzar en las soluciones del déficit habitacional cada vez más grande. “Tenemos una demanda latente de todo tipo de productos y con la ley de alquileres vigente la oferta no va a aumentar. Hay que realizar un shock en la oferta”.
Estanislao Puelles, de COFECI, por su parte dijo que los problemas que tienen en el interior del país no son distintos a los de Buenos Aires porque los problemas son de índole macro. “Vemos un mercado inmobiliario espasmódico, que funciona por espasmos. Aunque el último trimestre fue una primavera porque el dólar estuvo tranquilo y a la gente le empieza a quemar el ahorro, no podemos ser ingenuamente optimistas. Siempre nos dicen que el año que viene será bisagra , pero no suceden, no lo vemos. Se perdió la fluidez del mercado. Queremos que no actúe por ya por reacción, sino estratégicamente porque la necesidad está. Esta Ley de Alquileres rompió el equilibrio que había”.
Sobre este tema subrayó que si bien hay cosas interesantes en la Ley de Alquileres, hay cosas que hay que modificar urgente. Esperemos que esté en la agenda de este gobierno porque no podemos esperar a que cambie el gobierno. La gente no puede acceder a la vivienda ahora”.