Ya no se trata solo de exhibir ante un consumidor cada vez más informado y exigente las buenas normas o el compromiso con la comunidad: ahora el triple impacto debe ser un estándar de calidad que sostiene los negocios desde el corazón de cada compañía, es decir, el rol de cada uno de sus colaboradores y colaboradoras.
Así lo expresaron hoy tres altos ejecutivos que participaron del panel sobre el triple impacto dentro del Forbes Sostenibilidad Summit, donde dieron detalles de sus experiencias y revelaron sus próximos desafíos.
Carolina Ivachuta, Gerenta de Comunicación Externa e Interna de Danone, aseguró que el objetivo de la compañía para el 2025 es “ser la empresa B certificada más grande de la Argentina y del mundo”, en momentos en que el consumidor “cada vez se muestra más activo” en exigir el cumplimiento de los compromisos de triple impacto.
“El gran desafío para las marcas es involucrarse con cada comunidad local, con las organizaciones líderes, con los gobiernos y con las demás compañías porque eso visibiliza las tensiones. Pero para Danone trabajar de manera conjunta es un objetivo en sí mismo, a lo largo de todo el proceso productivo”, explicó.
Para eso, la empresa considera que el sistema de negocios B certificados “es un gran marco de promoción e impulso para la gestión de triple impacto. Estamos en 130 mercados y por eso acompañamos el movimiento B tanto local como globalmente. De hecho, el 62% de las ventas globales de la compañía corresponden a negocios B certificados”.
“Todos todos los actores que intervenimos socialmente en una comunidad somos consumidores. Nosotros notamos que más allá del convencimiento de la compañía, hoy los clientes esperan y exigen esta mirada de triple impacto. Eligen marcas con propósito y con una calidad que tenés que garantizar”, expresó Ivachuta.
Danone posee marcas icónicas para la sociedad argentina, que están presentes en distintas etapas de la vida del consumidor. Un ejemplo de intervención reciente de triple impacto es el que ejerce la empresa con Villavicencio, que acompaña el objetivo de la preservación de la naturaleza. “No solo fuimos los primeros en presentar una botella hecha con 100% de otras y en tener como meta para 2025 que todo nuestro packaging sea reciclable, sino que la marca gestiona una reserva natural de 72.000 hectáreas”, destacó la gerenta.
Ivachuta es Licenciada en Relaciones Públicas por la Universidad de Morón y realizó un Master en Comunicación Corporativa en TECH, la Universidad Tecnológica de México.
Antes de ingresar a Danone fue Jefa de Comunicaciones Externas y RSE en LATAM Airlines y, durante seis años, parte del equipo de Comunicación y RSE de Metrovías.
Tecnologías limpias y mucho más
Por su parte, Darío Carosella, Director de Recursos Humanos de Volkswagen Group Argentina, sostuvo que para que el triple impacto sea tangible es fundamental comunicar con “simpleza y dar evidencias de qué va a pasar si no cambiamos, si no colaboramos, para que cada uno desde su puesto de trabajo entienda cuál puede ser su contribución” en el cuidado ambiental.
Carosella consideró que el triple impacto tiene que ser mucho más que “meras iniciativas de buena voluntad”. A su criterio, cada compañía debe establecer una “estrategia global, regional y local, coordinadas, alineadas, con propósito sustentable. Así se van a retroalimentar y a la vez tendrán efectos reales e impacto positivo en el negocio”.
En el caso de la automotriz, hay una estrategia clara en pos de la energía limpia pero también “seriedad y un camino definido en lo social, con los pies en las culturas e idiosincrasias locales”.
“La calidad de los componentes en esta industria no es negociable, hay estándares que deben cumplirse y los proveedores que no los alcanzan reciben capacitación, entrenamiento y asistencia hasta que lo logran. Lo mismo pasa con los empleados. Suena taxativo pero es la forma de lograr el triple impacto. No se consigue conformándose con algo que esté más o menos bien”, añadió.
A modo de ejemplo, mencionó la planta de pintura que acaba de inaugurar Volkswagen, sin solvente y con una reducción de más del 80% de las emisiones contaminantes, a lo que se suma un plan de reforestación y del cuidado del agua, entre otras acciones.
Carosella ingresó a la empresa en 1996 como operario de producción. Trabajó en diferentes áreas de Manufactura, Proyectos e Ingeniería Industrial.
Luego tuvo diferentes asignaciones internacionales: dos años en Brasil en el marco del Proyecto Suran, más de cuatro años en Alemania por el Proyecto Amarok y diferentes experiencias de corto plazo en otras plantas del Grupo, ocupando posiciones ejecutivas desde el 2008.
En 2012 comenzó su experiencia en Recursos Humanos como Gerente del área en Planta Pacheco, y desde 2017 es Director de RR.HH.
Desarrollo económico y social
El tercer integrante del panel, Alejandro Lastra, Director de Asuntos Públicos de Telefónica Movistar Argentina, dijo que la estrategia de triple impacto tiene que estar “embebida en el ADN” de cada empresa porque “la sociedad es tremendamente exigente en ese aspecto pero sobre todo porque de lo contrario el negocio de la compañía deja de tener futuro”.
Al respecto, mencionó el propósito de la empresa de generar una digitalización inclusiva, clave para el desarrollo económico y social. “Para eso generamos infraestructura de conectividad, solos y con aliados, y capacitaciones para que la gente pueda aprender a usarla”, detalló.
“Es central comunicar lo que hacemos con hechos concretos. Las medidas en el papel no sirven. Hacia afuera te exponés, pero está bueno porque te pueden desafiar. Desde Movistar estamos convencidos de que la gestión es un proceso de triple impacto y que la comunidad aparece como actor relevante y empieza a tironear” en ese sentido, señaló.
Lastra es abogado por la UBA y cursó una Maestría en Derecho Internacional y Comparado en Southern Methodist University, Dallas, Texas.
En 2016 fue nombrado Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Telefónica de Argentina, asumiendo adicionalmente a las funciones de Comunicación e Imagen las de Asuntos Públicos, Negocio Responsable y Fundación Telefónica. Y desde 2021 sumó a sus responsabilidades el área de Regulación de Telefónica Movistar.