Con más de un tercio de los hogares argentinos aún sin acceso a gas natural y un sistema eléctrico en transición, el 2024 se perfila como un año clave para el sector energético. La normalización del marco regulatorio, el aumento de inversiones y la adopción de tecnologías innovadoras serán fundamentales para impulsar un crecimiento sostenible y competitivo en el mercado interno y externo.
El Forbes Energy Summit 2024, en su sexta edición, reunió a líderes de la industria energética y responsables de políticas públicas para debatir los desafíos y oportunidades del sector en Argentina, un país que busca consolidarse como proveedor global de energía.
El panel titulado "La distribución se sube al cambio tecnológico" puso de relieve cómo las empresas de distribución están abrazando la transformación digital para mejorar sus operaciones y la experiencia del cliente, y contó con la participación de Mauricio Cordiviola, COO de Camuzzi; Gerardo Gómez, Country Manager de Naturgy Argentina; y Horacio Nadra, vicepresidente de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (ADEERA).
La conversación giró en torno a las innovaciones implementadas y la necesidad de adaptar el marco regulatorio para responder a las nuevas demandas tecnológicas.
Cordiviola comenzó destacando el impacto positivo de la digitalización en Camuzzi, especialmente desde la pandemia. "Nosotros implementamos un plan estratégico con cuatro etapas para digitalizar nuestros procesos comerciales. Esto nos permitió avanzar significativamente y, cuando llegó la pandemia, ya teníamos gran parte de nuestros procesos digitalizados, lo que facilitó la transición", explicó.
Actualmente, el 97% de los usuarios de Camuzzi se comunica "a través de canales digitales 24/7", una cifra que refleja el cambio en las preferencias de los consumidores. "El año pasado tuvimos cerca de 100 millones de notificaciones digitales. Es evidente que el usuario prefiere este tipo de interacción", reveló.
En términos de tecnología operativa, destacó la implementación de 1.200 sensores de presión en 360 localidades, una medida que permite alertas tempranas ante problemas operativos. Además, enfatizó que los instaladores también han adoptado herramientas digitales, con más de 60.000 presentaciones realizadas de manera virtual en 2022.
Por su parte, Gómez subrayó la importancia de actualizar el marco regulatorio energético, que data de la década de los 90: "Tenemos que trabajar en la modernización del marco regulatorio. Hoy enfrentamos numerosas situaciones tecnológicas que no existían en aquel entonces. Es el momento apropiado para hacerlo".
Naturgy ha adoptado tecnologías como terminales de autogestión para centros de atención y un chatbot cognitivo, capaz de responder al 80% de las consultas de los clientes. Según Gómez, este chatbot, disponible por WhatsApp y otros canales, retiene el 60% de los llamados telefónicos y está operativo 24 horas al día, mejorando significativamente la experiencia del usuario.
En cuanto a la operación técnica, la empresa ha incorporado teleinformación y telemedición para clientes industriales y comerciales, además de un sistema de telegestión para visualizar e inspeccionar obras de manera remota. "La tecnología no sólo mejora el servicio al cliente, sino que también incrementa la eficiencia y productividad de la compañía", destacó Gómez.
En ese sentido, Nadra presentó un panorama más amplio sobre los retos de la distribución eléctrica en Argentina. Destacó que el país enfrenta uno de los mayores desafíos desde la invención de la electricidad: la transformación tecnológica del sistema.
"El sector eléctrico está en una etapa de transición profunda. Estamos hablando de digitalización de la red, incorporación de medidores inteligentes y mayor telecontrol. Esto es clave para mejorar la resiliencia operativa y la flexibilidad del sistema", sostuvo.
Según datos de ADEERA, las distribuidoras eléctricas necesitan una inversión de 40.000 millones de dólares hasta 2040 para modernizar las redes y adaptarlas a los desafíos climáticos, la urbanización y la creciente electrificación. "El desafío es grande, pero las oportunidades lo son aún más", afirmó Nadra.
El vicepresidente de ADEERA también señaló que las interrupciones eléctricas en Argentina, con un promedio de 10 cortes por cliente al año y 16 horas sin servicio, están por encima de los estándares de la región. Mejorar estos indicadores será crucial para aumentar la competitividad del sector.
Un consenso emergió durante el panel: la transformación tecnológica debe ir de la mano con cambios en el marco regulatorio. "Sin una revisión de las normas técnicas, que aún utilizan materiales y parámetros de los años 90, será difícil implementar las innovaciones que hoy necesitamos", apuntó Cordiviola.
Gómez destacó el rol de la inteligencia artificial en la mejora de procesos. Naturgy ha lanzado iniciativas como la inspección de redes eléctricas mediante drones y el análisis de conversaciones entre clientes y operadores para optimizar la atención.
Por otro lado, Nadra remarcó que la digitalización y la incorporación de medidores inteligentes no solo benefician a las empresas, sino que también mejoran la experiencia del usuario y reducen costos a largo plazo: "El cambio tecnológico no es opcional. Está impulsado por las necesidades del usuario y los avances del mercado global".