La presión de la sociedad está marcando a las empresas y a los inversores el camino hacia la sustentabilidad económica, social y de la gobernanza. La Argentina ya se sumó a esa tendencia con especial reflejo en el sector de las energías renovables, en un contexto de transición energética que requerirá millonarias inversiones. Ese cambio de paradigma impacta en los mercados de capitales y en los instrumentos de financiación dando lugar a las llamadas finanzas sostenibles, un tema que abordaron Sebastián Negri, Vicepresidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Gustavo Castagnino, Director de Asuntos Corporativos y de Sustentabilidad de Genneia, y Nerio Peitiado, Gerente de Banca Empresas Santander, en la cuarta edición del Forbes Money Summit.
La importancia de las finanzas sostenibles en el mercado de capitales está dada por el terreno ganado para solventar los principales proyectos de infraestructura verde, y en ese sentido Castagnino destacó que “en los últimos años se está viendo que los inversores empezaron a plantear temas que antes no era un issue: medioambientales, sociales, de gobernanza de las compañías que son un punto para decidir dónde ponen la plata”.
“Los consumidores tiraron la primera piedra para ver que están haciendo las compañías y a ellos les siguieron las ONG, los reguladores, los gobiernos, los bancos y los fondos de inversión, lo que está cambiando la manera de ver el tema financiero. La tendencia es claramente al cambio y hay una presión respecto a cómo y dónde invertir y dónde ponen la plata las empresas”, agregó el directivo de Genneia sobre la principal generadora de energía renovable de la Argentina.
Precisamente, Genneia tiene hoy el 95% de sus ingresos provenientes del segmento de las renovables, con un desarrollo de proyectos que le permitió en 2021 emitir bonos verdes por US$500 millones. Castagnino como el resto del panel destacó que el inversor sigue al consumidor, que está mirando todo lo que hacen las empresas por lo que “ser verde o ir hacia lo verde es negocio, es rentable, porque la sociedad pide y mira la huella de carbono. Está cambiando muy fuertemente esa visión”.
Negri destacó que ante esa necesidad de financiamiento sustentable el regulador tiene la misión de “ser previsibles, no sorprender al mercado con medidas intempestivas, e interactuar con todos los actores. Todos los instrumentos de financiamiento verde están disponibles y el entorno macro que nos parece desafiante no debe dejar de tapar la idea de que hay demanda externa, necesidad local y estamos decididos a que esto funcione".
El vicepresidente de CNV admitió que “a veces el crecimiento que lleva su tiempo va acompañado por el crecimiento de un ecosistema, de las empresas, del empleo, industria local que abastezca ese crecimiento con la integración a la cadena de valor y que impacte en todo el interior del país. El mercado de capitales también crece como herramienta básica para el financiamiento, y el regulador trabaja en los instrumentos verdes, y a quienes se interesen por las inversiones verdes o sociales porque es necesario mayor volumen”.
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“En estos nuevos instrumentos de términos de tasas hay opciones interesantes y hay una gran suscripción, mucha demanda con un panel propio en el BYMA y requisitos internacionales sobre las pautas a cumplir. Pero sobre todo hay un estimulo por el cual bancos y compradores están dispuestos a invertir en esto porque hay una tendencia internacional”.
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En un anclaje a la situación argentina, se destacó que el principal problema para el crecimiento no es el financiamiento, sino que lo es la necesidad de infraestructura para cualquier tipo de energía, sea una línea de transmisión o un gasoducto y ese es el principal limitación de crecimiento. Al respecto, Peitiado aseguró que “los instrumentos necesarios están y deben ser múltiples para afrontar las inversiones enormes” al señalar que en 2021 “el 60% del financiamiento a nivel mundial no se canalizó por bonos verdes sino que vino por organismos multilaterales y otros canales, pero en el país están las condiciones” para avanzar en dirección de las llamadas finanzas sustentables para este tipo de proyectos verdes.
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“Las inversiones en sustentabilidad crecen de manera exponencial y la guerra generó importante oportunidad de la Argentina y la región en el desarrollo de nuevas energías. Tenemos una legislación que nos permite crecer mucho más”, aseguró el Gerente de Banca Empresas Santander al señalar que el año pasado hubo un financiamiento del tamaño de la económica de Turquía, este año será similar a la de Brasil y al 2025 cada año habrá que invertir el equivalente a la economía de Alemania, lo que multiplica los desafíos. En ese contexto, “la Argentina tiene el gran desafío de poder ser confiable para alguien que va a invertir en el largo plazo”, aseveró.
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