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Summit

La inquebrantable ambición de Damián Betular, un innovador en constante evolución

Martina P. Veneziani

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Damián Betular parece no tener freno ni límite para seguir descubriendo. Su motivación para explorar constantemente nuevos proyectos y reinventarse parecen infinitas. En esta entrevista exclusiva durante Forbes Game Changers 2024 revela el por qué de su historia y los ingredientes que le permiten diferenciarse.

15 Mayo de 2024 07.51

Betular es también un hombre difícil de encasillar: ha demostrado su versatilidad como cocinero, pastelero, presentador de televisión en programas como Masterchef y ahora conductor de streaming. Sin embargo, su sed de cambio y su búsqueda de nuevas experiencias sugieren que aún hay mucho más por venir. 

Durante la Forbes Game Changers Innovation Summit 2024, realizada el 14 de mayo en el Four Seasons, el chef argentino destacó la importancia del cambio y la innovación en su carrera, desde su participación en programas de televisión hasta el lanzamiento de su propia pastelería y su incursión en el mundo del streaming de la mano de Olga. 

"Sentirme seguro y cómodo me empieza a hacer cosquillas. Yo tenía un sueño muy grande cuando llegué a Buenos Aires", dijo Betular, recordando su ascenso desde una familia de clase media del interior del país hasta trabajar en un hotel 5 estrellas como lo es el Palacio Duhau-Park Hyatt. Habló sobre los desafíos de liderar equipos de trabajo y el compromiso que conlleva. "Vas conviviendo con muchos miedos que se transforman en responsabilidades", señaló.

Betular explicó que su impulso por el cambio radica en su búsqueda constante de desafíos y oportunidades para crecer tanto profesional como personalmente. Pero también la experiencia. "La hotelería me dio herramientas para gestionar mi pâtisserie; sin ellas no hubiera sido posible", afirmó. 

“Mi experiencia en hotelería fue de gran ayuda, especialmente en la formación de equipos de trabajo, seguimiento del personal y reconocimiento de hitos importantes, como dar la bienvenida o despedirse de empleados. Entré sabiendo cómo hacer ricas tortas, pero aquí aprendí la gestión como chef ejecutivo: costos, números, reuniones con balances generales. Cosas que antes no disfrutaba”.

Su participación en Olga, un programa de streaming que está revolucionando la comunicación, fue motivada por el deseo de explorar nuevos horizontes, pero, sobre todo, divertirse y ser él mismo, algo que no es fácil mostrar en el formato tradicional que se ve en la televisión: "No podés mantener un personaje las 24 horas. El que lo hace lo admiro. En el streaming te mostrás como sos. Hablás de temas de actualidad pero también de cosas que te divierten. La paso bárbaro".

“Creo que nos damos cuenta mucho más en esta época quién es genuino y quién no, y me parece un valor fundamental”, agregó.

Pero reconoció el alcance y la exposición que le dio la televisión: “No era mi sueño ni estaba en mis planes, pero fue realmente algo espectacular, porque yo no entendía la magnitud que podía llegar a tener esa pantalla, de empezar a recorrer el país, ir a pueblos muy pequeños, de 50 habitantes, y que sepan quién soy y que me abran la puerta de la casa y hacerme sentir como un parte de la familia”.

Sobre Betular Patisserie, su gran sueño cumplido, dijo que al principio fue muy difícil: “Por momentos lo odié, desde enfrentarme con arquitectos hasta lidiar con la responsabilidad que conlleva el manejo de empleados y colaboradores, así como las interminables charlas. Me gusta estar involucrado, conocer sus situaciones, y buscar mejorar constantemente. Uno va conviviendo con muchos miedos que se transforman en responsabilidades”. 

Además, era el salto a la independencia. Antes, “sabía qué día cobraba, que tenía objetivos que lograr y a fin de año cobraba el bono y con eso estaba, estaba tranquilo. Tenía paga la obra social, beneficios, viajaba por el mundo, tenía noches de hotel gratis y todo. Pero bueno, eso en un momento no alcanzaba”.

Eso no quiere decir que el camino fue fácil. “Hay que cumplir con los socios, proveedores y empleados, asegurando siempre la satisfacción de los clientes. Soy el rostro de un equipo de trabajo muy grande en el que todos nos ocupamos día a día. Te encontrás con mil obstáculos todo el tiempo. La primera gran decisión fue la ubicación: Devoto. Me encanta Devoto, y cada día estoy más feliz de estar allí. La descentralización es clave, creando un polo gastronómico que facilite la vida a los vecinos”. 

Ser multifacético es agotador, pero es lo que lo mantiene siempre desafiante e innovador:

"Emprender es muy difícil pero la balanza es que son más las alegrías”.

¿Y próximos proyectos? “Yo no soy mucho de llevar la agenda y ponerme metas que sí o sí tengo que cumplir. Pero si vas a emprender algo nuevo, tiene que ser igual o mejor de lo que estás haciendo”.

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