Este fue uno los temas centrales del Health in Action Summit de Forbes Argentina en el que participaron los principales actores del sector salud. Andrew H. Martin, Presidente de Pfizer América Latina, inició la conversación al señalar que “la innovación nos permitió crear una vacuna para el Covid-19 en solo 9 meses y el principal aprendizaje que nos dejó la pandemia como laboratorio es el poder de la ciencia y importancia de la colaboración entre instituciones público-privadas cuando se tiene un objetivo en común”.
Por su parte Florencia Davel, Vice Presidente, América Latina & Centro de Excelencia de Mercados Distribuidores Bristol Myers Squibb, explicó que “si hablamos de descubrimientos, en estos años, hemos vistos avances significativos como nunca antes. Por ejemplo, terapias, y tratamientos para el VIH, la Hepatitis B y el cáncer. De hecho, somos pioneros en inmunoterapia”. Y también agregó: “Y, en mi opinión, la adopción de tecnología cambió las reglas del juego, porque nos permite predecir enfermedades y determinar el tratamiento adecuado para cada paciente en el momento correcto. El año pasado, por ejemplo, tratamos a más de 15.000 pacientes. Y nos gusta decir que cambiamos la vida de esos pacientes y de todas las personas que los rodean”.
Ecosistema público privado
Ambos especialistas señalaron que el mayor desafío que tenemos al implementar innovaciones en América Latina son los plazos. De hecho, está retrasada en comparación con los países desarrollados e, incluso, con otros mercados emergentes al momento de acceder a vacunas y medicamentos innovadores. En promedio, hay una diferencia de entre tres años y medio y cuatro años entre la aprobación reglamentaria y el acceso en los EE. UU. y Europa Occidental en comparación con América Latina. De esta manera, coincidieron en que este es un desafío importante que la región debe resolver.
La meta es que ningún paciente se quede sin atención porque ningún habitante de América Latina debería tener que esperar tres años y medio o cuatro para beneficiarse con las innovaciones del sector.
“Para que la innovación revolucione el cuidado de la salud, todos los involucrados deben trabajar en conjunto. Algo que todos tenemos en común es que queremos mejorar la calidad del cuidado de la salud que recibe la región. Por eso, estamos preparados para colaborar con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de la región a fin de acelerar la implementación de innovaciones en el cuidado de la salud.
Para lograrlo, necesitamos impulsar leyes, fortalecer el marco de trabajo, usar mecanismos de dependencia cuando sea posible, y fomentar la colaboración entre gobiernos y empresas farmacéuticas para establecer acuerdos valorativos que garanticen el acceso de los pacientes a medicamentos innovadores. Se requiere un esfuerzo colectivo para salvar la distancia que existe entre las ciudades grandes y los millones de personas de la región que viven en zonas remotas”, sostuvo el ejecutivo de Pfizer.
“No tengo dudas de que es momento de colaborar con todos los involucrados en el sector salud. Necesitamos una gobernanza multipartes. Y para dar un ejemplo de Bristol Myers Squibb, formamos All.Can, una coalición e iniciativa para ayudar a los pacientes con cáncer: allí trabajamos con sociedades científicas, empresas y médicos para asegurarnos de contar con todos los datos. A veces, contar con datos epidemiológicos es uno de los desafíos principales que enfrentamos en América Latina. La idea de trabajar en conjunto es respaldar al paciente a lo largo de todo el proceso.
All.Can es un ejemplo de coalición que involucra a varias partes, pero además es importante la inversión privada: en los últimos dos años, invertimos mil millones en investigación clínica y, durante los próximos cinco años, nuestra compañía a invertirá 200 millones de dólares para acelerar los avances y agilizar el lanzamiento de 50 innovaciones que se encuentran en desarrollo en este momento”, sostuvo Davel.
En cuanto a la especialización en Bristol Myers Squibb, son pioneros en el área de oncología y presentaron la inmunoterapia al mercado. En 2018, dos médicos recibieron el Premio Nobel gracias a su trabajo en inmunoterapia, que mejoró significativamente la vida de los pacientes. De esta manera, su enfoque principal está en la oncología, la hematología y la inmunología. “Y ahora, ampliamos nuestra cartera teniendo en cuenta a una audiencia más joven y diversa y nos enfocamos en otras enfermedades, como psoriasis, y enfermedades cardiovasculares o neurológicas”, concluyó la ejecutiva.
Por su parte en Pfizer la prioridad son las enfermedades cardiometabólicas, como la diabetes y la obesidad. También la oncología, como demuestra la reciente intención para comprar Seagen, una empresa experta en biotecnología especializada en el desarrollo de anticuerpos conjugados, que les permitirá administrar la quimioterapia con la precisión de un puntero láser y dirigirla a un biomarcador específico. “Así podemos atacar directamente las células cancerígenas sin matar las células sanas que se encuentran alrededor del tumor. Además, priorizamos los estudios de ARNm, que nos permitieron desarrollar la vacuna contra la COVID, un avance que probó ser increíblemente veloz y que creemos que curará enfermedades transmisibles que pueden tratarse con vacunas, como el virus SARS-CoV-2, pero que también puede ser útil para combatir enfermedades oncológicas y cardiometabólicas”.