En un país como la Argentina, donde cuesta mucho pensar al largo plazo, la industria de las aseguradoras debe lidiar muchas veces con incertidumbres que hacen peligrar su forma de trabajo. Guillermo Pastore, Chairman, Special Division and Reinsurance Brokers habló de la “escasez de dólares y relación con reaseguradoras” en el último Forbes Insurance Summit.
En su ponencia, el especialista habla sobre un escenario en el que las trabas al acceso de divisas complican la operación de la industria y aseguró que “la base de un negocio de seguros es la solvencia”. “En una compañía aseguradora, esta misma se encuentra basada en sus inversiones y reaseguro. El reaseguro es vital para la Argentina”, explica.
Dijo que, en este momento, los activos de las compañías pueden encontrarse devaluados debido a que las distintas gestiones gubernamentales las indujeron a invertir en papeles de la deuda pública argentina, que ahora no tienen el valor que ostentan.
“El valor es mayor en los balances que en la realidad”, aseguró. “El día de mañana, ante una catástrofe o siniestralidad fuera de lo común, habría que realizar esos activos y no conseguirían lo que realmente están exhibiendo en este momento”, explica.
Entonces, sin un reaseguro “una compañía tiene un nivel de solvencia bajo”, porque es este el que le da real solvencia. En este sentido, define que “las divisas son una prioridad”. “Si se produce realmente un siniestro de envergadura, no se va a poder hacer frente. Esto no es la primera vez que pasa, pero la diferencia es que el mundo es muy distinto a otras épocas en las que ocurrió”, destaca Pastore.
Según su mirada, la pandemia erosionó todo y ahora “el mundo está muy problematizado”. “Esto generó que a nivel mundial haya un exceso de reaseguro para poder protegerse”, sigue. El experto dijo que hubo muchos cambios financieros en el mundo, entonces las reaseguradoras se resguardan enfocando en aquellos lugares que les pueden pagar, que no es el caso de la Argentina.
“El riesgo es no poder pagarles. Hoy ya no hay renovaciones de algunos reaseguradores, que dijeron que si no les pagan no van a dar cobertura a las compañías argentinas”, contó. En este sentido, dice que, si llega a existir algún desvío atípico en la siniestralidad normal, será difícil de afrontarlo.
Luego, ejemplifica un caso en el que, para que vuele Aerolíneas Argentinas, se paga un reaseguro millonario en dólares en el exterior. “Si no se paga, no va a poder volar y salir de nuestro país”, sentencia.
Además, critica que, en nuestro país respecto a este tema, muchas veces el análisis que se hace “es muy cortoplacista”. “No tener reaseguro significa que tener un problema en una planta de electricidad, por ejemplo, es no tener luz en mucho tiempo. Salvo que el Estado emita nuevamente, con lo que sabemos que puede pasar y genera”, estima.
También estima que julio es una fecha límite importante para la dinámica de las renovaciones de los reaseguros. “Es una fecha muy importante. Estuve en Europa en febrero tratando de suplicar capacidad para mis clientes, si nos podían dar soporte. El mercado es muy duro, hay escasez de oferta. El reaseguro es más restrictivo, más caro y escaso”, destacó.
Por último, dice que no todas son malas, ya que la Argentina fue un país muy bien visto desde 1990, cuando se implementó en flexibilidad de seguros. “Los argentinos en materia de cobertura fuimos muy innovadores. La tecnología e inteligencia para asegurar el reaseguro está, pero a veces no alcanza solo con eso. No es un país que pueda hacer capital intensivo para poder bancar determinado tipo de estructuras”, concluye.