"El sector de la Economía del Conocimiento es muy dinámico a nivel mundial, y ha crecido cuatro veces más que la economía tradicional. A partir de la pandemia se han acelerado los procesos de adopción social de cambios tecnológicos. Se rompió el dique y hay innovaciones permanentes que la industria del Conocimiento provee al resto de la economía. Lo que cambia son los hábitos de consumo de la sociedad. La Argentina compite en el mundo por radicar la Economía del Conocimiento. Se produce un ciclo de valor tan interesante que se genera superávit fiscal, por lo que el país tiene que estar en esa carrera", advirtió Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon.
Galeazzi participó de un panel en el marco del summit Reinventando Argentina, organizado por Forbes Argentina.
Por su parte, María Apólito, Subsecretaria de Economía del Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, consideró al compartir la mesa que el sector tiene un potencial "enorme" en general, dentro del cual el segmento dedicado al software es el más consolidado.
"Por eso tenemos que ir diferenciando estrategias que potencien cada área: la biotecnología, el agro, las vacunas, la sanidad animal, la salud? El régimen de Economía del Conocimiento sancionado este año apunta a eso, a aumentar la capacidad exportadora, generar empleo de calidad y permitir a las industrias tradicionales agregar valor. Cualquier pyme de sector textil, metalmecánico o farmacéutico puede ser mejorada en su proceso competitivo por la Economía del Conocimiento".
El Estado debe esforzarse por garantizar una conectividad realmente federal, tener una macroeconomía que permita proyectar en el mediano y largo plazo y propiciar una interacción más sistemática y virtuosa entre el sector productivo, el científico, el tecnológico y el académico, para desarrollar productos, procesos y patentes. Debemos trasladar los resultados de las investigaciones, de una universidad, de un centro, a bienes que la Argentina exporte al mundo a través de pymes o de unicornios", finalizó Apólito.