Hace 25 años, Juan Martín de la Serna formó parte del equipo fundador de Mercado Libre y hoy es el número uno de la compañía. Para él hay cosas que no cambiaron, como las ganas de seguir desarrollando negocios y capturar oportunidades. Lo que más me sorprende es a dónde llegamos. La realidad es que no teníamos ni idea de a dónde podíamos llegar. Cuando uno está en la diaria, no se toma el tiempo de mirar para atrás, aseguró el ejecutivo durante su charla en el Forbes CEO Summit.
¿Te acordás cuándo fue el día que sentiste que esto iba a funcionar?
Quizás el día del IPO. Fue como la confirmación de que estábamos en el camino correcto. Fue en 2007, teníamos 8 años en el mercado. Pero confirmamos que somos una compañía seria, con oportunidades hacia adelante. Sin embargo, no hay un día, es parte del proceso. Cuando nos fuimos consolidando, con adquisiciones y fusiones, y liderando mercados también fueron hitos importantes.
En este camino, ¿cuál es la experiencia que destacás como CEO?
Aprendo todos los días. Lo que siempre hicimos fue enfocarnos en traer el mejor talento posible. Cuando tenés la mejor gente abajo tuyo, podés delegar y usar tu tiempo para pensar temas estratégicos y de largo plazo. Salir del micromanagement. En ese sentido, lo hemos logrado. Tenemos un equipo talentoso, que se transformó en gente con mucha experiencia y, a medida que nos metimos en sectores nuevos, tuvimos que traer especialistas en esos temas.
¿Cuánto más grande creés que podría ser el negocio en el país?
En 2017 o 2018, México era la mitad de Argentina y hoy es el doble. Si bien tiene una particularidad, y por esos años entró Amazon en México y eso nos obligó a hacer muchas más inversiones que en definitiva hicieron crecer la torta. Los últimos años, Argentina ha quedado relegado. La coyuntura ralentiza el proceso de crecimiento: temas sindicales, inestabilidad de reglas y falta de players internacionales para competir y desarrollarnos. En el resto de los países competimos con empresas asiáticas -que son buenos y agresivos-, players locales y Amazon. Nada de eso ocurre en Argentina.
Con Amazon ya compiten y van ganando. ¿Te preocupa más Amazon o las empresas chinas?
Amazon nos preocupó mucho durante un tiempo. En Brasil, está hace 10 años y hoy es el quinto jugador. En México es el segundo player y nosotros somos más grandes. La tienen fácil por la cercanía con Estados Unidos. Pero ha dejado de ser la principal preocupación en términos de competidores. Las empresas asiáticas, sobre todo en México y Brasil, son más importantes. Entran muy agresivos, con productos baratos y envíos gratuitos.
En Argentina tenés otras preocupaciones: marco regulatorio, competencia. ¿Cómo imaginás o soñás el futuro del negocio?
Argentina se ve marcada por la coyuntura económica.Lamentablemente, tengo que decir que invertimos menos que en otros países. Este año está cayendo el mercado, cuando en otros países crece entre 30% y 35%. En Argentina cae un poco menos que la economía en general, pero cae. No solo en valores absolutos, sino que cae el tipo de producto que se vende, la forma de pago y hay más financiamiento. Cambió un poco el mix de compras: más supermercado y menos electrónica. Pero nos preparamos y trabajamos para una Argentina más normal.
Estás en el grupo fundador. ¿Cómo convencés al board de que es el momento de Argentina?
Mi rol es tratar de llevar pragmatismo y realidad. Esto pasa en muchas compañías, hay inversiones que hasta que no se dan las condiciones no se producen. Tenemos tantas oportunidades en otros países que intentar hacer algo en Argentina no parece ser el mejor momento. En el board hay argentinos que conocen la dinámica. Pero igual somos optimistas. Cumplimos 25 años, pasamos varios gobiernos y crisis y tenemos toda la vocación y hacemos todo lo que esté disponible de nuestro lado para que Argentina se encamine al desarrollo.
En el board, cuando tuitea Marcos, ¿es un tema de conversación?
Siempre es un tema de conversación Marcos. Lo importante de Marcos es cuánto participa en la compañía. Está re metido, tiene una capacidad infinita de entender el tipo de negocio en el que está Mercado Libre. Tiene una capacidad admirable.
¿Y cómo están manejando el tema del home office?
Tenemos tres oficinas, dos de ellas en zona norte están cerradas desde la pandemia. Nunca quisimos ser agresivos en el retorno. En primer lugar, pre pandemia éramos 9.000 personas; hoy somos 65.000. Muchos entraron con este formato de trabajo durante la pandemia. Además, tenemos muchos ingenieros y si uno presiona por demás -ahora no tanto, pero hace unos años saltaban de trabajo en trabajo-, se ofenden y se van. Nosotros damos indicación que esperamos que pasen el 20% del tiempo en la oficina y funciona. Hay gente que va más, los líderes van un poco más. Pero hay una dinámica rara que muchas veces uno va a la oficina y está todo el día en reuniones con gente de otros países. Pero le damos mucha importancia a todo el tema cultural, que son los valores y conductas que se transmiten en la interacción, y es lo que intentamos mantener 25 años después.
Ahora te tomás un sabático de 3 meses, una nueva regla de la compañía. ¿Cómo imaginás el futuro de la empresa?
Nos imagino haciendo más de lo mismo. Tenemos mucho por hacer y por mejorar. Hay mucho desarrollo que hemos ido haciendo en algunos países y en otros no. Entonces tenemos que hacer catch up. Además, hace 10 días inauguramos en un depósito de logística de Brasil un área con robots. Eso era algo que hace 5 años no teníamos en mente. Entonces hay muchas cosas que pueden ir surgiendo. Seguimos apostando al negocio, al largo plazo y confiamos en que seguimos captando oportunidades.
¿Tenés una regla de oro como CEO?
Confiar en los equipos y darles oportunidades. Yo soy un ejemplo de desarrollo en la compañía. No empecé con esta posición hace 25 años. He ido saltando de diferentes roles y cuando uno hace las cosas bien, con consistencia, compromiso y ganas, todo se va dando. Entonces hay que dar oportunidades. Cuando las compañías crecen y les va bien es más fácil hacerlo. Nosotros lo venimos haciendo.