Distintas estimaciones señalan que para 2050 se va a duplicar la demanda en el mundo de proteína animal lo que habrá que satisfacer con la misma disponibilidad de tierra arable, una ecuación que sólo podrá ser saldada con la aplicación de la tecnología. Esos recursos que ya llegaron de la mano de la innovación a muchos mercados, permitirá incrementar los rindes y sobrellevar de mejor manera los episodios climatológicos, con un incremento de la rentabilidad por hectárea para el productor.

Con el fenómeno La Niña otra vez en el horizonte y la mirada en un necesario salto de productividad, cuatro representantes de las principales empresas especializadas en la aplicación de tecnología e innovación analizaron en el Forbes Agro Summit cómo se posiciona el campo argentino: Agustín Ayerza, gerente ejecutivo Agro-Industrial en Grupo Mirgor; Juan Lariguet, presidente de Corteva Agriscience región Cono Sur; Romina Parquet, CEO y Founder de CIMC Wetrans en Argentina; y Diego Peña, director general de McCain Cono Sur de Latam.

En paralelo a los vaivenes climatológicos y las realidades del mercado local, las exigencias de los mercados internacionales también inducen a los productores a invertir en más y mejor tecnología, sin perder de vista la sustentabilidad en los procesos productivos. La innovación agrícola representa así un proceso ineludible para un país agropecuario como la Argentina con el fin de aumentar la eficiencia, la competitividad, la resiliencia a las crisis o la sostenibilidad ambiental, y contribuir así a la seguridad alimentaria y la nutrición, el desarrollo económico y la gestión sostenible de los recursos naturales. 

La primera de las experiencias estuvo a cargo de Ayerza, quien explicó como el Grupo Mirgor, históricamente vinculado a la industria automotriz y a los electrónicos de consumo masivo, decidió incursionar en la cadena de valor porcina y aplicar ese conocimiento de alta tecnología para el agro. "Nos asociarnos con empresas del sector que tienen un know how especifico y aportar la pata industrial para proyectos donde se puedan aplicar procesos, estándares de calidad, escalabilidad, en este caso para la producción de carne de cerdo que es la transformación de granos en carne".

Mirgor, apunta en esta primera experiencias a la producción para el mercado interno que está traccionando el consumo con crecimiento sostenido en 20 kilos por habitante. Pero las particularidades del mercado internacional "está abriendo posibilidades de exportación y el país puede ser potencial proveedor". Hoy la Argentina produce menos del 1% de la carne de cerdo del mundo que es la más consumida, pero tiene todo a favor para crecer: "cuenta con producción de granos, una situación geográfica con extensiones muy grandes y pocos habitantes, una realidad sanitaria inmejorable, pero está en el país saber aprovecharlo".

Peña resaltó que las prácticas de la agricultura regenerativa que lleva adelante Mc Cain además de cuidar del suelo y el uso eficiente del agua permite trabajar con inteligencia artificial. Es así que a partir de modelos se puede contar con previsiones climáticas, de rendimiento, detección de enfermedades y que con el tiempo generan más información, lo que se vuelca en el proyecto "Farms of the futures" que la empresa lleva adelante con cultivos propios de papas y de sus productores asociados.

Para el director regional de McCain, es muy amplio el espectro de productos que se pueden desarrollar con sus socios, desde productos a medida, cortes especiales, y la innovación va a tener que llegar desde ese lado, con nuevas inversiones en tecnología para la fábrica que permitan tener una mejor posición aún en el mercado de exportación, al que destina dos tercios de su producción, y al local, en el cual hay un grande campo para competir en congelados para el consumidor hogareño y gastronómico".

En una consideración casi coincidente, se destacó que la Argentina tiene oportunidades gigantes y la desregulación de nuevas tecnologías será la llave para seguir creciendo en productividad. En ese sentido, Lariguet consideró que "la innovación es indispensable para plantear una agricultura sustentable que abastezca al mundo, y para eso es clave la propiedad intelectual que garantice la innovación como la mayor inversión para el futuro, y la accesibilidad a esas tecnologías".

Décadas de desinversión en mejoramiento genético por falta de reconocimiento de la propiedad intelectual provocaron un estancamiento del agro nacional, lo que motivó que Corteva Agriscience avanzara desde 2022 en acuerdos entre privados con la necesidad de "incorporar tecnología para hacer más eficientes la producción, con un modelo de licencia y sub licencias que permitieron poner en marcha un programa de accesibilidad de tecnología para volver a tener inversión en genética de soja".

Sobre las limitaciones de accesibilidad del productor local a la innovación, Parquet aseveró que "la macro afecta a que el agro no tenga la mejor tecnología, porque todos los productos con innovación resultan muy caros y le cuesta la inversión al productor un 42,5% más por el arancel, por eso es necesario abrir el comercio exterior para que la Argentina vuelva a ser un país libre".

En ese sentido, la representante del holding industrial chino que cuenta 600 unidades de negocios y productos afirmó que "el Estado debería apoyar al agro en este sentido porque los insumos con tecnología y las energías verdes haría mucho más productivo y eficiente el trabajo. Hay que plantear que ciertos productos tengan una reducción de impuestos para hacerlos más accesibles y mejorar la productividad".