Para triunfar hoy, una idea no es suficiente. En este vertiginoso panorama, donde la competencia se vuelve cada vez más feroz, la capacidad de adaptación y el pensamiento innovador son imperativos para la supervivencia empresarial. Esto es precisamente lo que logró entender y aplicar Tomás Giovanetti, que, con solo 24 años de edad, es el CEO de TGA Entertainment, una empresa que él mismo fundó a los 16 años, mientras cursaba su último año de secundaria.
El 14 de mayo, Giovanetti dialogó con Alex Milberg, Publisher & director general de Forbes Argentina durante la Forbes Game Changers Innovation Summit 2024, una cumbre donde líderes de la industria se reúnen para compartir ideas y procesos de negocios.
Su incursión en el mundo del emprendimiento fue completamente fortuita: el resultado de un momento eureka adolescente que le hizo abandonar su rumbo preestablecido como joven promesa del tenis para apostar por la tecnología.
“Mi experiencia en el tenis me llevó a viajar con frecuencia. Soy hijo único, y durante mis viajes, me di cuenta de que dedicaba mucho tiempo a los videojuegos y, para mi sorpresa, aprendía mucho de ellos”, dijo durante el panel “Revolucionando el aprendizaje en el mundo corporativo”. “Entendí entonces que los videojuegos no son exclusivos para niños (la edad promedio de los que los juegan es de 34 años); sino que pueden ser una poderosa herramienta de aprendizaje para cualquier persona.”
Y como nada de lo aprendido es en vano. Giovanetti reconoce que gracias a sus años jugando tenis aprendió valiosas lecciones de resiliencia, orden y determinación, cualidades que han sido fundamentales en su camino hacia el éxito como emprendedor.
Todo comenzó con su juego "You Deserve" (Te lo merecés), el cual aborda de manera innovadora el problema del acoso escolar y el bullying. El furor por este desarrollo le allanó el camino a él y a su empresa para sumergirse en el ámbito de la formación corporativa a través de videojuegos.
“A lo largo de mis múltiples cambios de colegio, observé un preocupante patrón de niños sufriendo acoso escolar. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de combinar estas dos cosas: el acoso escolar y los videojuegos. Mi objetivo era crear conciencia sobre este problema que afectaba a tantos colegios”.
“Revolucionar los mecanismos de aprendizaje dentro de las organizaciones y empresas”. Ése es su objetivo y misión principal. Su empresa utiliza videojuegos como herramientas efectivas para capacitar al personal en diversas industrias y temáticas. Con un modelo de Gaming as a Service (GaaS), TGA Entertainment, que hoy cuenta con 150 colaboradores, ofrece soluciones integrales que incluyen el desarrollo del juego y el seguimiento de los datos durante su uso.
“El game-based learning es usar los videojuegos como un puente de conocimiento de manera entretenida”. Giovanetti explicó que esta metodología se divide en dos líneas de negocio: la capacitación para diferentes compañías y la abordaje de temas transversales que afectan a todas las organizaciones, como la inclusión, la ciberseguridad y la sustentabilidad, entre otros.
Son juegos cortos, ya que Giovanetti busca aprovechar los “micromomentos” que tenemos en el día: ese tiempo muerto en el colectivo, por ejemplo. “Jugás un nivel y salís del juego; después jugás con otra persona. Tenemos unos 30 casos que muestran que estas herramientas son efectivas”.
"¿Qué tan predispuestas están las empresas de incorporar estas herramientas?”, preguntó Milberg.
Durante la charla, reconoció los desafíos y la complejidad de crear una startup, pero valora el apoyo de quienes creyeron en su proyecto y aportaron su conocimiento. Respecto a la receptividad de las empresas hacia estas herramientas, Giovanetti habló sobre las dificultades iniciales para convencerlas de la necesidad de integrar los videojuegos en sus procesos de transformación, aunque destaca un cambio positivo después de la pandemia,: “Las capacitaciones digitales a partir de ese momento se volvieron fundamentales”.
Uno de sus casos de mayor éxito es de la mano de Deloitte en el ámbito de la ciberseguridad, donde su plataforma de videojuegos se ha integrado exitosamente en el servicio ofrecido por la consultora.
“Ellos son especialistas en eso y nosotros creemos que nuestra plataforma de videojuegos es súper efectiva”. Así crearon Cyberagent, un juego en el que capacitan sobre ciberseguridad. “Es una historia donde competís contra una IA que teóricamente secuestró a una chica llamada Venus. En el rol de salvador tenés que cumplir misiones en las que aprendés de ciberseguridad. Usualmente la gente tarda entre 16 y 20 minutos en terminar el juego entero. Cada nivel tiene un tópico diferente: phishing, malware, etc.”. El desarrollo fue tan exitoso que hoy es parte del offering de servicio del mismo Deloitte, que los vende a sus clientes.
Ahora, con 25 años, tiene la mirada puesta en consolidar su presencia en mercados clave como América Latina y Estados Unidos. Su trabajo y ambición lo han llevado a ser reconocido como uno de los 50 jóvenes líderes del mundo por parte del Project Management Institute (PMI).
Con respecto a quién admira, mencionó a los deportistas, especialmente los tenistas, “por su resiliencia y perseverancia”, cualidades que también ha debido cultivar en el camino del emprendimiento. "Y no te digo un Rafael Nadal, sino esos que están en el puesto 200 ó 300 que deben entrenar igual o incluso más”.
Es que se reconoce en esa batalla eterna. “A los 17 años nadie me iba a prestar atención. Yo no sabía mil cosas, ni podía facturar. Nadie me iba a tomar en serio. Había un desconocimiento importante mío. Por eso busqué gente que apostara en mi, y que remara con nosotros. Armar una start up es muy complicado. Es muy demandante. Por eso lo importante es rodearte de gente que sepa más que vos, ni que tengan miedo de embarrarse”.
